Esta empresa era la favorita para establecer contratos con Pemex, convenientemente relacionada con los hermanos Bribiesca, los polémicos hijos de la ex primera dama Martita Sahagún, quienes están siendo investigador por gestionar recursos millonarios para beneficiar en contratos con Pemex a Oceanografía.

Que se hagan contratos en los que al final Pemex pierde dinero en contra de particulares (siempre relacionados con políticos) no es algo desconocido, hasta hay un libro respecto (Camisas Azules Manos Negras) en el cual se relata cómo en los sexenios panistas se hicieron varios negocios en los que se ponía a la paraestatal en desventaja frente a la iniciativa privada. Así, lograron obtener muchísimo dinero varios políticos y parientes de ellos. En este sentido, el escándalo con Oceanografía no es el primero, pero sí es el más grande.

Y aunque Fox ha tomado la típica actitud que toman los panistas en los escándalos («A mí que me lo comprueben»), no por eso es menos preocupante la corrupción y la falta de transparencia con la que se hicieron los negocios y se trabajaron los asuntos internos de la paraestatal favorita de todos: Pemex.

Todos queremos a Pemex y lo que más nos preocupa de la reforma energética no es que entre la iniciativa privada, sino que el Estado omita su papel de regulador y deje de velar por los intereses de nuestra paraestatal. Oceanografía nos ha demostrado que éste no es un temor infundado, pues ya desde antes se hicieron tratos turbios para que Pemex tuviera todas las de perder (cosa que el PAN acusaba del PRI y que terminó haciendo también). Así, lo que esperamos es que este cuento de querer «modernizar a Pemex» y «hacerla competitiva» sea en serio.

El capitalismo a la mexicana 

La manera en que se hacía negocios con Oceanografía podría ser el ejemplo para, desgraciadamente, muchas otras empresas, lo que demuestra que una parte de la economía mexicana se maneja de una manera un poco… reprobable.

Según Reforma, Oceanografía S.A. realizó un sistemático engaño con facturas falsas que costó a Banamex 360 millones de dólares. La empresa, propiedad de Amado Yáñez Osuna, recibía el pago establecido acordado con Pemex Exploración y Producción, sin embargo acudía al banco para obtener montos millonarios presentando facturas alteradas.

Banamex adelantaba dinero para Oceanografía para que ésta proveyera de servicios a Pemex, entonces Pemex pagaría después al banco, verificando las facturas entregadas por Oceanografía para confirmar que se ha completado el trabajo. Oceanografía utilizó la buena reputación de Pemex, pues tenía la capacidad de pagar su deudas y el garante era el gobierno.

El viernes las empresa fue intervenida por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes, ese día se reveló que Banamex había descubierto que el crédito a la empresa por 585 millones de dólares para financiar facturas de Pemex solo estaba respaldado en documentos por 185 millones ¿y lo qué falta a dónde se fue?

La investigación, que comenzó el año pasado, lanzó que Oceanografía estaba retrasada en trabajos y sus pagos a los subcontratistas tenían meses de retraso. Así que el 12 de febrero de este año, Función Pública inhabilitó a esta empresa por 21 meses para cualquier nuevo contrato con el Gobierno.

¿Es neta que el gobierno no se había dado cuenta de esto antes…o Banamex mismo? ¿No les resulta extraño? El líder de Citigroup, Michael L. Corbat, dijo en un comunicado que es muy probable que empleados estén involucrados…pero ¿por qué estaban haciendo negocios con Oceanografía en primer lugar?

Según The New York Times, Oceanografía era reconocida por estar muy bien relacionada con los políticos mexicanos, y aunque económicamente era inestable, todos sus ingresos provenían de Pemex quien, a pesar de recibir un pésimo servicio, seguía pagando. Para NYT la empresa era casi «tóxica», la firma calificadora Fitch, advirtió a Estados Unidos sobre el alto nivel de «apalancamiento» que tenía esta empresa y su pobre generación de caja en el 2009. Se supone que el gobierno mexicano investigó en 2008 las denuncias contra Oceanografía, pero nada fue probado (pues es la misma clase política la que está involucrada).

Pero esta situación podría espantar otro tipo de inversiones, esta crisis ya se había presentado anteriormente en América Latina, Citigroup mismo fue paralizado en los 80 por malos préstamos en la región.

Según el rotativo estadounidense, Emilio Lozoya Austin, un estrecho colaborador de Peña Nieto, ya prometió que se limpiaría a Pemex de corrupción.

Además, Pemex expresó el viernes que las irregularidades de Oceanografía era un caso aislado (cosa que contrasta con la investigación hecha en Camisas Azule Manos Negras como el caso de la empresa llamada Blue Marine).

La cosa no es apuntar con el dedo y que el asunto termine ahí, sino que el gobierno de verdad cambie sus prácticas y lo haga constar tanto en papel (con leyes secundarias que lo impidan) como en los hechos (con la caída de la gente involucrada).

 ¿Y después de la reforma energética, qué sigue?

Lo que más preocupa de la reforma energética no es la iniciativa privada, sino que el tipo de prácticas de Oceanografía se haga continuamente, que se hagan tratos entre particulares que sólo funcionen en detrimento de los intereses de la paraestatal ¿la legislación secundaria de esta reforma irá en dirección para evitar este tipo de prácticas? esperemos que los legisladores no se vayan por las ramas, si la legislación secundaria no se hace expresamente para evitar este tipo de prácticas, entonces sabremos abiertamente de qué lado masca la iguana en la presente administración.

 

***Vía Reforma, The New York Times

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