Chile y Perú tenían un pleito desde hace algunos años y, el día de hoy, el Tribunal Internacional de Justicia de las Naciones Unidas dio un fallo histórico que definió la soberanía de las aguas de ambas naciones en el Océano Pacífico.
Un falló histórico que atendió las demandas de ambos países y que, no se remitió a darle la razón a una sola nación, sino que se atuvo a los argumentos, pruebas y acciones de ambos países y resultó ser diferente de los que ambas naciones esperaban.
Según El País, la demanda fue presentada en el 2008 por Lima (Perú) contra Santiago (Chile) y pedía a los jueces que sancionaran como frontera de este país una línea equidistante trazada desde la costa. La propuesta pretende dividir por igual la porción de mar correspondiente cada costa e incorpora una zona pesquera de 38 mil kilómetros cuadrados.
Por otro lado, los chilenos defendían la delimitación actual, que, según ellos, se acordaron en los tratados chileno-peruanos de 1952 y 1954.
A pesar de que pareciera que ambas posturas son irreconciliables, las dos naciones sudamericanas han acordado respetar el fallo del Tribunal.
Aceptar la decisión del Tribunal Internacional abriría una puerta para reconstruir de una manera distinta las relaciones entre ambas naciones, por lo menos así lo esperan varios especialistas.
La lectura de la decisión corrió a cargo del eslovaco Peter Tomka, presidente del Tribunal Internacional de Justicia.
El caso también es interesante para un tercer país: Bolivia. Y es que este país ha luchado durante un siglo por recuperar su salida al mar, la cual perdió después de la Guerra del Pacífico (1879-1883) que libró contra Chile. Después de que Perú interpusiera su demanda contra Chile, lo hizo también Bolivia en el 2013 para recuperar los 400 kilómetros de costa y 120 mil kilómetros cuadrados de territorio recortados tras la derrota decimonónica (y si todo esto procede, tal vez deberíamos meter una nosotros contra Estados Unidos, chicle y pega y nos hacemos de los territorios perdidos).
(Hubo personas de ambas naciones a las afueras del Tribunal).
En la lectura del fallo, Tomka indicó que la Corte considera que los acuerdos pesqueros (en los que se basa el argumento chileno) de 1947 y 1952 no fijan límites marítimos. Aunque reconocieron que el acuerdo de 1954 seguía en vigor pues tuvo como objetivo el proteger a Chile, Perú y al Ecuador de otros países que son potencias mundiales, pero que no establece la delimitación marítima entre Perú y Chile.
[Peruanos se manifestaron en Santiago (Chile) por la amistad entre ambos pueblos a pesar de la decisión que tomara el tribunal].
La corte recuerda que, en 1986, Perú le plateó a Chile la necesidad de iniciar negociaciones para fijar límites marítimos, pero los arrestos a pescadores peruanos en Arica y la no protesta de las autoridades del país significan un punto a favor de la posición chilena.
[Ciudadanos chilenos pidieron por la paz en la ciudad fronteriza de Arica, donde estaba el ministro del Interior de Chile, Andrés Chadwick].
La Corte sostiene que la frontera marítima entre las partes se extiende en 80 millas marítimas desde el punto de partida que propuso Chile. La frontera marítima seguirá el paralelo desde el hito 1 hast las 800 millas marítimas, luego iniciará una línea equidistante hacia el suroeste. El triángulo externo le corresponde a Perú.
Así quedaron las nuevas limitaciones:
Peruanos y chilenos expresaron que el fallo era de naturaleza «salomónica» (en memoria al rey Salomón), pues con la resolución de la Corte, Perú gana derechos desde las 80 millas y se divide en forma igual con Chile, por lo tanto éste país gana derecho sobre porción de mar a la que no tenía acceso.
Todavía falta que se pronuncien al respecto ambas naciones.