Las visitas de estado siempre resultan interesantes, pues muchas veces el encuentro entre los mandatarios de diversas naciones, provocan situaciones muy peculiares.

Desde un tiempo para acá, en Sopitas.com nos divertimos mucho cuando alguna delegación mexicana visita otros país, o bien, cuando fungimos como anfitriones. Y es que en el afán de querer apantallar al prójimo y mostrar lo mejor de nuestra cultura por medio de eventos muy pomposos, a veces ocurren cosas bastantes pintorescas.

Como muestra, la más reciente visita de Felipe VI y Letizia, reyes de España, que la verdad ha estado de rechupete. Vean…

Domingo 28 de junio…

Los Reyes llegaron cerca de las 8 de la noche a la Ciudad de México.

Pero casi ningún político mexicano fue a recibirlos porque en Canal 5 estaban pasando la película de Batman y nadie quería perdérsela (aunque con la media hora de comerciales que pasan entre cada corte, sí les hubiera dado tiempo de ir). El único que fue por ellos fue el canciller José Antonio Meade, quien no podía ver la tele porque le llegó el apagón digital y su tele es de las viejitas.

Como ya no hubo quién los llevara de marcha -como dicen por allá-, los Reyes tuvieron que irse a dormir. Lástima, Letizia hasta venía arreglada porque creía que “de perdis” la iban a llevar a un bar popof de la Roma.

Lunes 29 de junio…

Todo empezó en Los Pinos, cuando el Presidente, que todavía siente retortijones post operatorios, recibió una noticia que lo puso muy contento…

Una de las primeras actividades de los Reyes de España fue asistir a Campo Marte. Ahí el Presidente estaba que no cabía de la alegría al tener a uno de los Reyes Magos tan cerca…

La cosa fue cambiando poco a poco. Las fotos denotan que Peña Nieto y nuestra Primera Dama espolvoreaban simpatía…

Suponemos que la cara de pocos amigos de Peña Nieto fue porque se dio cuenta que no estaba ante los Reyes Magos sino ante reyes normales, quienes además no le trajeron obsequios. ¡No se vale!

Ya luego la señora Rivera lo contentó diciéndole que saliendo irían a comprarle algo a la Mercería del Refugio (¿todavía existen esas jugueterías?).

Después de tan buena noticia, Peña decidió ir a contarle a Felipe la buena nueva. Vean qué contento estaba:

Ya que se caían bien, Peña y el Rey comenzaron a contarse chistes colorados. A Letizia esto no le hizo mucha gracia:

Por cierto, después de mucho buscar encontramos la inspiración de la Primera Dama para el vestido que lució esa mañana:

También está el rumor de que se inspiró en una mariposa:

Los Reyes también fueron al Altar a la Patria donde depositaron una ofrenda. Se dice que el arreglo lo compraron en el Mercado de Jamaica:

Más tarde, fueron con Mancera quien los nombró huéspedes distinguidosy les dio las llaves de la ciudad.

El Jefe de Gobierno entendió que estaba ante la realeza y se comportó. ¡Ni siquiera enseñó la chichi! Lo malo es que uno de los presentes aprovechó para echarse un taco de ojo real:

Otra imagen del señor libidinoso:

Luego hicieron una reunión con gente nice donde cada quién platicaba sus experiencias. Parecía junta de Alcohólicos Anónimos o grupo de autoayuda.

Horas después otra vez se reunieron con el Presidente de México e intercambiaron regalos. Ahí Felipe VI, que es fan de las comedias mexicanas, le confesó a la Primera Dama que fue fan de Destilando Amor:

Por cierto, en la foto anterior nos da miedo la mano de Letizia…

Como era un evento de “trajeados”, Peña y Felipe VI aprovecharon para presumirse sus respectivos tacuches. Nuestro presidente le recomendó al Rey las tiendas que están sobre Eje Central, donde hacen trajes a la medida.

Para ese evento, Angélica Rivera optó por un vestido estilo Locomía (por aquello del intercambio México – España).

Bueno, también eran como de jugador de futbol americano….

Como ya era hora de la comida, aprovecharon para compartir la mesa.

Fue entonces cuando Peña recordó por qué se le hacía tan familiar el rostro de la reina Letizia…

¡Pues claro, la había visto en la portada de un disco de Maná que escuchaba cuando era más chavo!

(Aunque resultaba intrigante no saber dónde habían quedado los otros dos brazos y la cola de sirena).

Por la noche, hubo un banquete-baile-show para agasajar a los invitados. Letizia llegó echando tiros con este vestido rojo:

Lo malo es que sirvieron vino y aunque Peña Nieto pidió un sidralito para cuidarse, a los organizadores no les importó que estuviera recién operado y le dieron alcohol. Aquí vemos como ya estaba preocupado desde antes de darle el primer sorbo:

Como era lógico, empezó a sentirse malito…

(es que no le dieron tiempo de recuperarse de la operación de la vesícula).

Ya que se sintió un poco mejor después de ir al baño, el Rey y él siguieron contando chistes colorados…

… y otra vez a Letizia no le causó gracia.

Entonces ella y la Primera Dama aprovecharon para contarse sus intimidades y quejarse de sus maridos. Lo que callamos las mujeres, podría llamarse la foto:

Y pues mejor se fueron a cotorrear con otro señor…

Y ya no supimos en qué acabó la cosa. Suponemos que el Presidente y Felipe VI siguieron contando chistes y hablando de cosas de hombres hasta que los dolores post operatorios (o sus esposas, que es lo mismo) regresaron y se los llevaron a dormir para que ya no anduvieran de necios.

Así terminó el primer día de actividades de la pareja real española en México, pero seguramente seguirán entregándonos más momentos de risa y diversión en los próximos días.

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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