Esta es la historia del encuentro romántico entre dos tortugas africanas que acabó de modo un tanto peculiar (literalmente).
Una tarde cualquiera, ambos reptiles se volvieron la atracción del zoológico de Kiev, en Ucrania. Y es que la tortuga macho comenzó a buscar aparearse con su contraparte femenina, la cual al principio se resistió un poco, pero después cooperó gustosa. Nada nuevo.
Mientras las tortugas se apareaban, una multitud se fue reuniendo para ver el acontecimiento. No sabemos si lo hacían por morbosos o para echarle porras al macho. El lugar estaba lleno de curiosos que atentos seguían las incidencias.
No se escuchaba ningún ruido. El único sonido que cortaba el viento era el que hacía el macho al masticar las hojas que comía mientras ponía lo mejor de sí. ¿Acaso eran hierbas afrodisiacas, una especie de viagra para tortugas?
Entonces él macho llegó al clímax. Dejó escapar un grito de satisfacción que a todos se les antojó. Le ganó la emoción… perdió el equilibrio… y cayó de espaldas. Bueno, de caparazón. La caída fue lenta, como si se tratara de un árbol. Un fuerte sonido resonó a causa del seco golpe del animal con el suelo.
El público se quedó expectante, esperando la reincorporación de la tortuga….
Paso 1 minuto y nada. Otro minuto y nada. No sabemos si el macho tortuga quedó exhausto, pero por más esfuerzos que hacía no conseguía voltearse.
Vadym Schevchenko, fotógrafo de 34 años que estuvo presente y documentó el momento plática un poco lo ocurrido. “Creo que tuve la gran suerte de ver el proceso de apareamiento. Cuando la tortuga macho terminó se cayó sobre su espalda… decidí esperar y ver qué iba a pasar. ¿Sería capaz de dar la vuelta o no?”
De la impresión, la tortuga macho hasta dejó de masticar las hojas.
Tras 10 largos minutos los espectadores seguían impactados. Sólo algunos hablaban o bromeaban sobre lo ocurrido. Entonces entraron unos ayudantes del zoológico y voltearon a la heroica tortuga.
Y la multitud estalló en aplausos.
Sirva esta anécdota como consuelo de todos los que alguna vez han sufrido algún hecho bochornoso al momento de ponerse románticos. Pasa hasta en las mejores especies.
Avísenle a las Tortugas Ninja, no les vaya a suceder así.