Pocas cosas le inspiran tanto temor a los estudiantes como las matemáticas, materia sinónimo de clases aburridas, cálculos complicados e incomprensibles, además de exámenes reprobados. En fin, todo un calvario. Por eso, no nos sorprende que la ciencia ahora compruebe que las matemáticas son dolorosas.
Y es que, aceptémoslo, la gran mayoría de nosotros sufrimos o hemos sufrido con estas ciencias infernales. Sabedores de esto, un grupo de científicos de la Universidad de Chicago descubrieron que la ansiedad generada previo a un examen de matemáticas es capaz de provocar una respuesta cerebral comparable a la que uno siente cuando se lastima o tiene un dolor físico.
“Para alguien que tiene miedo a las matemáticas, la expectativa de enfrentarse a ellas genera una reacción cerebral similar a cuando se queman la mano con una estufa caliente”, comentó Sian L. Beilock, autor de la investigación publicada en la revista Plos One.
Después de aplicar una serie de pruebas a los voluntarios, el estudio demostró que estos tenían miedo a las matemáticas en diferentes circunstancias, como estudiar o realizar tareas académicas normales.
Muchas de estas personas regularmente no son nerviosas, pero al toparse con esta materia, su nivel de angustia se disparaba. Esto quedó comprobado cuando los investigadores escanearon los cerebros de los voluntarios al momento en el que resolvían ecuaciones, hallando que una alarma se disparaba en las zonas correspondientes al dolor físico y al peligro corporal.
Esta angustia produce el aislamiento de un pliegue de tejido localizado en el interior del cerebro, cerca de la oreja.
¿Cómo ven? Esto explica por qué nunca fui bueno para las matemáticas, ¡es que tengo poca tolerancia al dolor!
Por supuesto, este dolor y angustia le hacen los mandados a gente como Paloma Noyola Martínez, la mejor estudiante de matemáticas del país y a la cual te pedimos que apoyes en este post.