Con la promesa de “devolver la confianza” a Francia y contribuir a la reformación de la Unión Europea, la cual será “más democrática”, ayer domingo 14 de marzo, Emmanuel Macron tomó posesión de Francia en el palacio del Elíseo. “Necesitamos una Europa más eficiente, más democrática y más política, porque es el instrumento de nuestra soberanía”, señaló el centrista en su primer discurso como mandatario.

De apenas 39 años, Macron -el octavo presidente de la Quinta República Francesa- se reunió por algunos minutos con tu predecesor, Francois Hollande, para discutir algunos de los temas que urge tratar, tanto para Francia como para Europa. Probablemente sobre terrorismo, autoritarismo y migración, ya que esos fueron unos de los puntos principales de su discurso inaugural, donde se comprometió a hacer todo lo posible para resolver la crisis global que se vive en torno a estos temas.

“Asumiremos nuestras responsabilidades para proporcionar, siempre que sea necesario, una respuesta relevante a las crisis contemporáneas”, cita La Jornada al nuevo hombre que llega al poder en Francia tras derrotar en la segunda vuelta de elecciones a la ultraderechista Marine Le Pen.

Una de las primeras acciones de gobierno se dio este lunes, cuando Macron nombró al exalcalde de Le Havre, Édouard Philippe, como su primer ministro. De este modo entrega una posición superior de su administración a un integrante del partido conservador en Francia, lo cual es interpretado como un intento de atraer partidarios de “Les Républicains”, antes de las elecciones legislativas a celebrarse el próximo mes. De acuerdo con The Wall Street Journal, algunos legisladores del ala socialista ya han optado por unirse a las fuerzas de Macron. Ain embargo, los del partido centroderechista se niegan a hacerlo, considerando este punto como una prueba de unidad frente a la victoria de Macron.

El presidente francés no necesita aprobación legislativa para nombrar a su primer ministro u otros ministros en su gobierno. Será mañana cuando dé a conocer el nombre de otros miembros de su gobierno; sin embargo, de ganar mayoría en las elecciones legislativas, posiblemente tenga que cambiar posteriormente algunos nombres, esto para dar cabida a políticos de partidos minoritarios y, así asegurar el control de la Asamblea Nacional.

Édouard Philippe, de 46 años, es diputado por “Les Républicains” y pertenece al círculo de Alain Juppé, quien fuera primer ministro y, luego, candidato en las elecciones internas de la derecha, de cara a los pasados comicios presidenciales. Philippe estudió en el Instituto de Ciencias Políticas y casi inmediatamente formó parte de la élite política de Francia. Fue alto funcionario en el Consejo de Estado y trabajó para un bufete de abogados, antes de hacerlo para Areva, empresa de energía nuclear.

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