Lo que necesitas saber:
Los patrones de las heridas contra civiles sugieren ataques intencionales, según la investigación de Médicos Sin Fronteras.
Una investigación de Médicos Sin Fronteras (MSF), arrojó datos aterradores sobre los centros de distribución de alimentos de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF). De acuerdo con varios testimonios en dichos lugares se han cometido gran número de ‘asesinatos orquestados’.
Descubrieron que aquellas personas que iban en busca de comida a los centros de la fundación estadounidense, eran atacados por el Ejército de Israel o morían asfixiados durante algún tumulto.
Las cifras son crueles, cómo la situación en la región. De 44 muertes registradas en Gaza, al menos 22 han sucedido mientras las víctimas buscaban comida. Médicos Sin Fronteras exige que dichos centros sean cerrados y dejen de recibir ayuda.
Los brutales números de los ataques en Gaza
Los ataques no son casualidad, las heridas encontradas en los cuerpos han sido producto de ataques intencionados. Desde disparos en el cuello, cabeza, pecho y sus extremidades.
- 11% por disparos en cabeza o cuello (Al Mawasi, al sur de la Franja)
- 19 % por disparos en pecho, abdomen y la espalda (Jan Yunis, al suroeste)
“Los distintos patrones y la precisión anatómica de estas lesiones sugieren fuertemente ataques intencionados a personas dentro y alrededor de los sitios de distribución, en lugar de fuego accidental o indiscriminado”, explica MSF.
Médicos Sin Fronteras atendió entre el 7 de junio – 24 de julio del 2025 a unas 1380 personas, 28 de ellas murieron. 71 fueron niños heridos de bala, 25 eran menores de 15 años.
Testimonios contra la Fundación Humanitaria para Gaza
Se supone que el objetivo principal de la Fundación Humanitaria para Gaza es llevar comida a todas esas personas que han quedado atrapada en la zona de guerra, quienes sufren las verdades consecuencias de los ataques, bombardeos y disparos.
Israel permitió la entrada de comida a Gaza después de varios meses de bloqueo. Aunque los centros de distribución quedaron ubicados en zonas que se encuentran bajo el control del ejército.
“Niños disparados en el pecho mientras buscaban comida, personas aplastadas o asfixiadas en estampidas, multitudes enteras acribilladas a balazos en los puntos de distribución”. Describe la investigación de MSF.
Sin embargo, esa ‘ayuda’ ha terminado con la vida de muchas personas. Sobre todo de niños y adolescentes que son enviados por sus familias en busca de comida a zonas que son ‘seguras’.
“Al no tener alternativas para encontrar comida, las familias hambrientas a menudo envían a adolescentes a este entorno letal, ya que suelen ser los únicos hombres de la casa con la capacidad física para hacer el viaje”.
Médicos Sin Fronteras son los que se han encargado de atender a los heridos. Y con el paso del tiempo encontraron una ‘cruel casualidad’ entre los ataques contra civiles y su búsqueda de comida.
“En los casi 54 años de operaciones de MSF, rara vez hemos visto tales niveles de violencia sistemática contra civiles desarmados. Los sitios de distribución de la GHF que se disfrazan de ‘ayuda’ se han transformado en un laboratorio de crueldad“ Explica Raquel Ayora, Directora General de MSF.
Estos centros de apoyo se convirtieron en una parada letal para cientos de familias.
