El Gobierno se queja de que hay una crisis de credibilidad (para ellos no es que estén las cosas mal…es que nadie les cree que están bien), pero parece que no quieren esforzarse en lo más mínimo en conseguir la confianza de la ciudadanía, el último caso es el del nombramiento de Medina Mora como ministro de la Suprema Corte, pero ¿por qué digo esto?

Cuando murió el ministro Valls, la Suprema Corte de Justicia de nuestro país perdió un gran aliado de la defensa de los derechos humanos, por ejemplo, las resoluciones de varios conflictos constitucionales como el matrimonio entre personas del mismo sexo o la legislación sobre identidad de género han sido aplaudidas en todo el mundo, sobre todo porque no politizó el tema y se apegó a los derechos que defiende nuestra Constitución.

Ahora pusieron a Medina Mora en su puesto, pero ¿qué hay detrás de esta decisión? ¿por qué nos hacen desconfiar una vez más del Gobierno? ¿Por qué parece que la administración actual insiste en que no haya credibilidad en cada una de las instituciones del país?

El ministro Valls dirigió el Poder Judicial de nuestro país de tal manera que podría haber sido la única instancia con la que podíamos estar de acuerdo en el país (a diferencia del Poder Legislativo o el Ejecutivo).

El día de ayer los legisladores aprobaron la candidatura de Medina Mora para suplir el puesto del ministro Valls y han puesto en crisis la credibilidad de esta institución pues ante la ciudadanía parece que poner a Medina no sólo no podría ser la mejor de las decisiones, sino que podría ser un movimiento meramente político (de pagar favores con favores) que terminará perjudicando al Poder Judicial.

La postulación de este señor generó incredulidad en varios sectores: 

Acusaciones contra Medina: decisión fue “Trueque”

El día de hoy, Reforma, publicó que el senador panista Javier Corral reveló la existencia de un acuerdo entre el PRI y el PAN para repartirse los tres cargos de ministro de la Suprema Corte que se renuevan este año.

Desde la tribuna, Corral acusó al presidente Enrique Peña Nieto de someter al Poder Judicial al reparto de cuotas entre los partidos como ya ocurrió en el Instituto Nacional Electoral y el IFAI.

¿Qué quiere decir esto? Que en vez de buscar a alguien que haga bien sus funciones (aunque sea externo), los partidos sólo negocian a ver a quién de su gente meten para tener injerencia sobre dicha institución (¿y luego se preguntan por qué las cosas no funcionan en el país? ).

Corral dijo en el Senado:

“Se habla de dos ministros para el PRI: Eduardo Medina Mora y Raúl Cervantes y uno para el PAN, que todavía no se dibuja ante nosotros, pero que, todos sabemos, está enfilado”

“El daño a la Corte bajo la dinámica de cuotas de partidos, es irreversible. Se envía un mensaje funesto, ominoso, para aqueññps que se han formado bajo una carrera judicial”

El mensaje es terrible, porque se da a entender que no importa si uno lo hace bien como jurista, ya que, si uno no está en los partidos mayoritarios en el Congreso, nunca podrá aspirar a llegar a ser ministro de la Suprema Corte.

Recordemos que ahora Medina Mora será nuestro ministro hasta el 2030.

Dolores Padierna, la vicecoordinadora del PRD, dijo al respecto:

“Nombrar a Medina Mora ministro es premiar la impunidad en la violación a derechos humanos”

El panista Corral añadió:

“No nos hagamos. Aquí hay un pago de factura fundamental porque no se puede negar que una de las actuaciones más cuestionables de Medina Mora fue el cerrojazo al expediente de Montiel”

Sí, el mismo Montiel que es padrino político de Peña Nieto.

Layda Sansores, del PT, hizo visibles los vínculos del Poder Judicial con las televisoras:

“Felicitaciones al señor Emilio Azcárraga: hoy puede agregar una procuradora (Arely Gómez) y un ministro de la Corte como dos estrellas más del Canal de las Estrellas”

Por otro lado, hasta la tribuna fueron llevadas las firmas de más de 52 mil ciudadanos que repudiaron la candidatura de Medina Mora (recordemos que estas firmas se juntaron en unos días).

Ante las firmas, diarios como La Razón, minimizaron la participación ciudadana:

Hoy en la mañana, en el programa de Carmen Aristegui, el senador Corral dijo:

“Hay una distancia enrome entre la presentación senatorial y lo que la gente está reclamando”

Los legisladores ignoraron, no sólo las protestas ciudadanas, sino lo que los medios han publicado todos estos días contra Medina (para ver una reseña de porqué se dice que es amigo de Peña y por qué no lo quieren vean nuestra nota ¿Cuál amigo de Peña Nieto mandará en la Suprema Corte?).

Para Corral, la decisión es una “cooptación” por parte del presidente de la república con un aval del Senado, es decir, es el poder Legislativo y el Ejecutivo están controlando y negociando el Poder Judicial. Así, la falta de autonomía del Poder Judicial ha puesto a disposición la justicia mexicana para que los partidos negocien su control.

“En el propio grupo del pan hay senadores que no ven eso correctamente”

Es decir, la decisión ni siquiera es legítima dentro del PAN. Entre ellos hay senadores que tampoco creen que la elección de Medina no tenga tintes políticos.

“Ni modo que me digan ahora que Medina Mora que ha sido un jurista ejemplar en el país, son criterios de carácter político,  Tiene muchos amigos, no solo el presidente, sino en el propio PAN y además en Televisa”

Para Corral es un daño muy grave a la Corte, pues ya se sabía que se le estaba dando un operador político del presidente incondicional.

Aquí está Medina sonriendo:

El verdadero problema

Pero al final, el problema para el gobierno ahora no es si Medina Mora puede o no con el puesto, o si lo merece o no. El problema para ellos es (o debería ser) cómo percibe la gente esta decisión. El gobierno debe darse cuenta de que no puede seguir tomando decisiones sin ver si sus efectos no afectarán (aún más) su imagen (recordemos que la falta de credibilidad se traduce en falta de gobernabilidad y esto es grave, porque no puede haber gobierno si la gente no está de acuerdo con cómo la gobiernan).

Nadie tiene ya fe en esta administración, ni siquiera los medios extranjeros que antes tanto le aplaudían (hemos visto cómo han tratado a Peña Nieto, sobre todo su manejo deficiente de las crisis políticas del país como la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa).

Para ver más sobre las críticas internacionales lean nuestro artículo: EPN “México está plagado de incredulidad”…¿neta?

Ya nadie en el mundo se atrevería a hacer lo que hizo la TIME al principio de esta administración:

Poner a Medina fue un movimiento dudoso y si se siguen tomando decisiones tan dudosas, la crisis política que sufre el país actualmente, nunca será superada y la ciudadanía podría empezar a buscar una alternativa en la que sí confíe.

La administración actual se resiste a ciudadanizar instituciones del gobierno, ni le dan autonomía al Poder Judicial… sin reformas que transformen la manera en que se comunican el Gobierno y la ciudadanía, que haga más horizontal esta relación, el país está condenado a vivir en crisis, tanto políticas, como económicas y de credibilidad (pues no hay transparencia, persiste la impunidad y sigue sin castigarse la corrupción).

@Filosofastrillo para @plumasatomicas

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