Argelia, Italia, Bosnia, Grecia y Turquía enfrentan una serie de incendios forestales que han sido considerados como los más devastadores en décadas para algunas zonas. Y hoy, el mundo y los países del Mediterráneo están ante un desafío mayor.
Salvar vidas, controlar el paso de las llamas —que aún no cede del todo en Grecia, donde mil hectáreas fueron consumidas por los incendios en tan sólo dos semanas— y el desastre ecológico en esta zona del Mediterráneo son algunas de las tareas y desafíos que estos países del sur de Europa (África y Asia) enfrentan desde que inició agosto, en medio del informe de un panel de especialistas de la ONU sobre el cambio climático… generado por nuestras actividades (industriales, económicas).
Los insólitos incendios que han azotado el Mediterráneo
La situación es difícil en esta zona del Mediterráneo.
A inicios de agosto, Grecia comenzó a registrar altas temperaturas y hasta rompió récords no vistos desde 1987, mientras Turquía ya batallaba contra los incendios forestales, que han sido considerados como los más graves en décadas.
El sur de Italia, Sicilia, estaba más o menos igual. Pasaron los días y aumentaron los registros de incendios no sólo en Grecia, Italia o Turquía.
Los incendios forestales comenzaron a cubrir los límites entre Bosnia y Croacia o aparecer en el norte de Argelia, donde al menos 60 personas —entre ellas soldados y civiles— murieron a causa de este desastre y se tiene el registro de otras 20 personas desaparecidas.
Voluntarios, voluntarias, soldados y gente de Protección Civil han salido al tiro para intentar sofocar las llamas en este país africano. Sin embargo, hasta el 11 de agosto había 69 incendios activos en 17 prefecturas.
Allá en Argelia, las autoridades tienen la teoría de que estos incendios fueron provocados y consideran esta situación como un ataque terrorista o algo más o menos así.
Un poco menos extremo pero por la misma línea, Italia investiga si los incendios fueron provocados. Por ejemplo, en la zona turística de Campomarino Lido un sujeto —al parecer un campesino— fue cachado mientras provocaba un incendio, de manera deliberada.
En el caso de Grecia, el primer ministro Kyriakos Mitsotakis de plano ya reconoció que estos incendios van de la mano con el cambio climático —desde hace un buen de años no se registraba algo así, desde 2007 en cuanto a incendios y desde 1987 en cuanto a las altas temperaturas.
Para Grecia todo lo que está pasando es un desastre ecológico que la Unión Europea y el propio país tendrán que resarcir.
Mientras, después de dos semanas, al parecer en Turquía los incendios ya cedieron —ya fueron controlados—, con un saldo de ocho personas fallecidas y alrededor de 160 mil hectáreas consumidas.
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