Uno de nuestros recuerdos de infancia y juventud en las vacaciones, era subirnos en un tobogán acuático. A veces nosotros o alguno de nuestros conocidos terminamos con algún golpe, moretón o raspada a causa de la experiencia… pero nada como el golpe que se llevó este inglés.
Ya sea en Tepetongo, el Rollo, el Cici de Acapulco, el Parque Acuático Oaxtepec, la extinta Ola de Chapultepec, o en alguno de estos centros populacheros de diversión acuática, muchos hemos sucumbido a la emoción de echarnos en un tobogán.
Hay distintos tipos: desde los más sencillos hasta los más elaborados, algunos abiertos y otros cerrados, en unos alcanzas una velocidad normal mientras en otros sales disparado. Eso sí, lo que uno espera al subir a una de estas atracciones es tener un poco de adrenalina, y claro, terminar sano y salvo al final del recorrido.
Con esta expectativa, Des Jarvis, un inglés de de 46 años, decidió subirse a uno de los toboganes del Didim Beach Resort, en donde pasaba sus vacaciones en Altinkum, Turquía, acompañado de sus dos hijos. Todo era risa y diversión hasta que se lanzó en un tobogán y pasó esto:
Igual y de entrada el impacto no se ve tan fuerte como podríamos pensar, de hecho, el tobogán del que se aventó tampoco parecía tan peligroso. Aún así, fue suficiente para que Jarvis se rompiera la pierna en seis pedazos debido a que la piscina en la que cayó no es tan profunda.
El video que vieron fue grabado hace dos años. El accidente le provocó una infección ósea que puso en riesgo su pierna, la cual le han operado ya en cinco ocasiones.
A pesar del tiempo, Jarvis sigue sufriendo las consecuencias de aquel momento desafortunado. Los médicos tuvieron que romperle en tres partes la pierna para ponerle unos pasadores mecánicos y una jaula de metal que le alarga el hueso, pues su pierna derecha quedó más corta que la izquierda después de que en las operaciones los cirujanos debieron retirarle varios centímetros de tibia.
“He perdido centímetros de altura en mi pierna derecha, pues tuvieron que cortarme todo el hueso infectado, y ahora tengo la pierna en tres pedazos. Es algo repugnante, mi vida es una batalla constante contra el dolor y la depresión”.
Lo peor es que el diagnostico no es nada alentador y Jarvis quedó imposibilitado para trabajar. Para colmo aún no recibe ninguna indemnización por parte de First Choice, la compañía de viajes responsable por lo sucedido.
“Ahora estoy abandonado y a First Choice le tiene sin cuidado. No puedo dormir, salir ni hacer nada, y constantemente sufro dolor”.
Jarvis incluso debe andar en pijama, pues no puede usar ningún pantalón sobre la jaula que trae en la pierna. Al fatídico viaje también fue Nikki, su novia de 42 años y los cuatro hijos de ésta.
“Ya no tengo vida sexual y mi novia tiene que trabajar, administrarme antibióticos y lavarme. Es algo degradante (…) Me encantaba salir de casa, practicar ejercicio y ahora no puedo hacer nada. Me veo como Iron Man y siento que ahora mi vida es como vivir en una jaula”.
Tras este accidente se han registrado otros cinco incidentes en el mismo tobogán, uno de ellos tiene un problema similar al de Jarvis y también usa un objeto de apoyo en la pierna.
Actualmente se sigue un proceso legal para determinar la responsabilidad de First Choice, quienes de momento no quieren dar declaraciones. Aún así, un portavoz de la empresa aclaró que:
“Sabemos de las lesiones sufridas por el señor Jarvis, mientras estaba de vacaciones en el Wasd Didim Beach Hotel, en el 2012.
Como el asunto en cuestión es actualmente objeto de un proceso legal, sería inapropiado de nuestra parte hacer más comentarios en este momento. Nuestro equipo legal está en contacto directo con los abogados Sr. Jarvis .
Nos gustaría tranquilizar a los clientes diciéndoles que los incidentes de este tipo son muy raros. Su salud y seguridad es de suma importancia para First Choice y operamos los más estrictos estándares de calidad en todos nuestros hoteles”
No sabemos cómo terminará este lío, lo que no podemos explicarnos es por qué no cerraron ese tobogán desde el primer incidente. Esperemos que Jarvis sea indemnizado y sobre todo que mejore su estado de salud.
Y sí, mientras leíamos lo ocurrido nos fue imposible no acordarnos del capitulo de Los SImpson cuando Homero se quedó atascado en un tobogán de Monte Splash.