Algo que hace unas semanas se veía difícil, tomando en cuenta la protección que se le ha dado a miembros del Ejército en otros casos. Sin embargo, ahora sí: los militares acusados de asesinar a cinco jóvenes de Nuevo Laredo, tendrán que rendir cuentas (y no sólo ante la justicia militar).
Ayer, 12 de abril, fueron vinculados a proceso los cuatro militares acusados de estar involucrados en el asesinato de los cinco jóvenes de Nuevo Laredo. Así que, de resultar culpables de los cargos que se les acusa (homicidio y tentativa de homicidio), los uniformados podrían pasar hasta 60 años… por cada una de las víctimas.
Lo anterior se dio a conocer, luego de darle continuidad a la audiencia iniciada el pasado lunes, en la cual los militares fueron informados que la Fiscalía General de la República (FGR) es la que presenta los cargos en su contra.
De acuerdo con Animal Político, los cuatro militares involucrados en el asesinato de los jóvenes de Nuevo Laredo permanecerán en prisión preventiva, mínimo, en lo que se realiza la investigación complementaria del caso. Así que, por los próximos dos meses, los uniformados permanecerán en el Campo Militar no. 1, que es donde se encuentran detenidos.
El 26 de febrero, la Comisión de Derechos Humanos de Nuevo Laredo acusó que, sin justificación, militares dispararon en contra de un grupo de jóvenes que regresaban a sus casas luego de una noche de fiesta. Resultado de la agresión, murieron cinco jóvenes, mientras que uno resultó herido.
El caso se difundió con mayor celeridad debido al video en el que se ve cómo familiares de las víctimas reclamaron a los soldados y estos respondieron accionando sus armas. En este hecho se encontraba el representante de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, además de reporteros.
La SEDENA trató de justificar la agresión mortal hacia los jóvenes asegurando que los militares accionaron sus armas al asustarse con un “estruendo”… el cual habría sido provocado por el choque del vehículo en el que viajaban las víctimas.
Sin embargo, días después se reveló que la acción de los militares estaba más que injustificada: los jóvenes estaban desarmados. Además, El País dio a conocer los resultados de las necropsias, destacando que una de las víctimas murió a causa de un disparo en la sien. Es decir, fue ejecutado.