En mayo de 2017, 23 personas perdieron la vida en un ataque perpetrado a la salida de un concierto de la cantante Ariana Grande en el Manchester Arena, en la ciudad británica de Mánchester. El atentado fue adjudicado por el grupo yihadista Estado Islámico y repudiado en el mundo entero pues las víctimas eran en su mayoría adolescentes.
Momentos después de la explosión muchas personas no dudaron en ayudar a las personas heridas, uno de ellos fue Chris Parker, un hombre en situación de calle. Su historia dio vuelta al mundo y las personas lo reconocieron como un héroe. Esta acción llevó a más de 3 mil 700 personas a donar un total de 52 mil 539 libras a través de internet para sacarlo de la calle.
¡Pero sorpresa! Un juez de Reino Unido lo condenó a 4 años y 3 meses de prisión por robar a distintas víctimas del atentado y fingir que había ido a ayudarlas. La Corte de la Corona de Mánchester basó su sentencia en imágenes de cámaras de seguridad que mostraban como Parker arrebató objetos personales a algunos heridos graves.
En un principio el hombre aseguró que se había acercado al lugar para tratar de calmar a las personas mientras los servicios de emergencia llegaban, pero después admitió que robó un bolso y un teléfono móvil de dos víctimas, aunque negó otros 5 cargos en su contra que incluían el robo de dinero de tarjetas bancarias.
Los familiares de una menor llamaron repetidamente al celular de la joven para saber si estaba bien tras enterarse de la explosión y Parker colgó las llamadas respondiendo con un mensaje automático “lo siento, no puedo hablar ahora“. También se llevó el bolso de Pauline Healey, quien estaba herida al lado de su nieta, y horas después uso la tarjeta de crédito de la mujer en un restaurante de comida rápida, según el juez.