Este sábado, a los 92 años de edad falleció el aclamado director italiano de cine Francesco Rosi, en su domicilio de Roma, Italia.
Rosi fue ampliamente reconocido por abordar el tema del crimen organizado en sus películas. De acuerdo a medios italianos, el deceso se produjo en la noche, mientras dormía. Debido a una bronquitis que lo aquejaba, desde hace unas semanas había sido obligado a guardar reposo.
Rosi nació en Nápoles un 15 de noviembre de 1922. Comenzó sus estudios en Derecho, aunque abandonó la carrera para dedicarse primero al dibujo y después al teatro, por lo que se trasladó a Roma en 1922. Al poco tiempo fue integrándose al mundo del cine, trabajando como ayudante de cineastas. Así colaboró con figuras como Lucchino Visconti en su película La terra trema (1948) y Parigi é sempre parigi (1951); o con Michelangelo Antonioni en I vinti (1953).
En 1958 realizó La Sfida, su primera película, por la que obtuvo el premio a la Mejor Ópera prima en la Mostra de Venecia. Para 1963 obtuvo el León de Oro del festival veneciano por Le mani sulla città y dos años después filma en España El Momento de la Verdad, cuyo guión (de Pere Portabella) aborda la vida de un joven que encuentra en el toreo la única salida a su miseria.
La obra de Rosi fue orientándose a los problemas sociales generados por la mafia y el crimen organizado. Precisamente en 1961 dirigió Salvatore Giuliano, cinta sobre este bandolero siciliano. Otro ejemplo es Il caso Mattei, sobre la muerte de Enrico Mattei (1972), que fuera presidente de la empresa petrolera ENI, y que falleciera en 1962 cuando explotó el avión en el que volaba. Por esta cinta obtuvo la Palma de Oro en Cannes.
Otros de sus trabajos fueron Lucky Luciano (1973), Cadaveri eccellenti (1975), Cristo si è fermado a Eboli (1978), Tre fratelli (1981) o Crónica de una muerte anunciada (1987) basada en el texto del escritor colombiano Gabriel García Márquez.
Descanse en paz.