Sí, así como lo leen: el clásico modelo automovilístico que acompañó a los mexicanos por tres décadas —con más de 2.4 millones de vehículos vendidos— será discontinuado por la empresa automotriz Nissan, que en mayo de 2017 dejará de producir el Tsuru, uno de los autos más emblemáticos en nuestro país.
(Esta noticia podría ser considerada por algunos como la peor cosa que les pudo haber pasado a los taxistas de la Ciudad de México después de la llegada de Uber y la desaparición del Vocho).
¿La razón? La firma japonesa afirmó que dejará de vender este modelo en México debido a que su estructura le impide cumplir con la normativa de seguridad exigida para los modelos nuevos. Ya lo veían venir: desde junio pasado se barajaba la posibilidad de que esto sucediera.
Aunque para que no se achicopalen, la empresa indicó que se comercializarán mil unidades de una versión especial conmemorativa del Tsuru a partir de marzo de 2017. ¿Cómo lo ven? ¿Van a extrañar este modelo? Mucha gente lo adquirió porque representaba una opción económica para los conductores, tan así que llegó a ser el auto más vendido en México y durante 2013 y 2014 el modelo contó con el más alto nivel de satisfacción.
Actualmente, indica El Economista, el Tsuru es el séptimo auto más vendido en el país. Según cifras del Programa de Evaluación de Vehículos Nuevos para América Latina y el Caribe, este clásico estuvo involucrado en al menos 4 mil muertes en accidentes de tránsito en nuestro país entre 2007 y 2012.
Si tienes un Tsuru, no te preocupes: la empresa nipona indicó que continuará asesorando a los clientes que cuenten con este modelo, ofreciéndoles servicios, autopartes y mantenimiento en el futuro. Aunque eso sí, cuídenlo bien: este automóvil es el más robado en México.
Sólo en el periodo comprendido entre septiembre de 2015 a agosto de 2016, se registraron 8 mil 770 unidades robadas, según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, y se ha mantenido con la triste distinción de ser el vehículo más robado desde 2012, de acuerdo con El Universal.
¿POR QUÉ VAMOS A EXTRAÑAR EL TSURU?
Este modelito estaba dentro de los consentidos de los mexicanos por ser barato de mantener y muy rendidor con la gasolina. Sin que tuviera el mejor diseño —o fuera muy seguro que digamos— era un auto para vivir la vida al máximo como ningún otro.
Si de plano su diseño no estaba tan cuco, siempre había maneras de darle… ¿personalidad? Una pinturita con colores neón, diseños tribales, cráneos en llamas y a jugarle al Dominic Toretto sobre el asfalto, la terracería o cualquier otra superficie sobre la cual nuestro Steppenwolf interno quisiera derraparse (gracias, Fotolog, por nunca fallarnos en estos casos).
Resistente como pocos: un auto de aquellos que nuestros tíos solían llamar “de los de antes, de los que sí eran de fierro-fierro y no como los de ahora que parecen de papel”. Con el Tsuru, como con el Vocho, se acaba una era.
Y A TODO ESTO, ¿ALGUIEN QUIERE PENSAR EN AMLO?
Andrés Manuel López Obrador, líder nacional de Morena, usó el poder de Tsuru para convencer al pueblo bueno de que era un gobernante austero como ningún otro… después salió a la luz que el chofer de la famosa nave, el bien remunerado Nico —nombrado hace poco como colaborador de un municipio en Tabasco— ganaba al mes la mitad de lo que el carrito valía.
Al parecer el candidato de Morena rumbo a las elecciones de 2018 tendrá que transportarse —forzosamente— en un vehículo un poco menos modesto.
