Ajuste de cuentas entre grupos dedicados a la venta de drogas, es la principal línea de investigación que siguen las autoridades de Nuevo León, luego de que un comando armado irrumpió en una empresa cervecera ubicada en la periferia de Monterrey, ejecutando a 10 trabajadores.
Con una planta de al menos 20 empleados, la pequeña distribuidora de la empresa Corona fue atacada alrededor de las 14 horas. Los agresores arribaron al lugar a bordo de dos camionetas portando armas largas y cortas, sometieron y alinearon a los trabajadores, para después separar a las 10 víctimas, a las cuales hicieron desnudarse para después ejecutarlas. Al llegar las autoridades fueron encontrados siete kilos de droga, una báscula, un fusil calibre 223 y una caja con balas calibre 45.
“Desnudarlos es una forma de mostrar supremacía y someter al rival”, señaló en rueda de prensa el titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), Javier Flores Saldívar.
Al parecer los integrantes del comando no realizaron muchos disparos, ya que el número de casquillos encontrados coincide con el de las víctimas: 10 en total. Aunque con el hallazgo de la báscula y la droga el ajuste de cuentas se plantea como principal móvil del ataque, el procurador local aclaró que no se cuentan con evidencias suficientes para suponer que todos los empleados fallecidos participaran en actividades relacionadas con la venta de droga.
“Se han encontrado hallazgos que nos permiten tomar como principal línea de investigación un ataque entre miembros de la delincuencia organizada, que fue dirigido específicamente contra las víctimas”, agregó Flores Saldívar, recalcando que el resto de los trabajadores de la cervecera no sufrió ningún tipo de agresión.
“No debe la policía y las autoridades relajarse en ese tema. Deben buscar hasta encontrar a los culpables, sin escatimar nada. No deben permitir que vuelva la ola de violencia que según los actuales gobernantes dicen todos los días que está controlada”, comentó a través de Facebook el gobernador electo de Nuevo León, Jaime Rodríguez calderón “El Bronco”, quien reside en el municipio en el que se registró el ataque.
Siete de los 10 trabajadores perdieron la vida en la cervecera, mientras que otros tres murieron al ser trasladados al Hospital Universitario de Monterrey. Se presume que las víctimas pertenecieron al grupo de Los Zetas, antes de su debilitamiento, el cual comenzó el año pasado.
“Al debilitarse el cártel de Los Zetas en la región, algunas células que lo conformaban siguen sus actividades por su cuenta. Unos se dedican a extorsionar y otros al secuestro. Estas personas se dedicaban a la venta de droga”, comentó para La Jornada una fuente de la Agencia Estatal de Investigadores (AEI).
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