Estados Unidos vive momentos difíciles para garantizar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, en medio del proyecto que acecha en la Corte Suprema del gabacho. Y es que el jueves 19 de mayo, el Congreso de Oklahoma aprobó la prohibición del aborto (la interrupción voluntaria del embarazo)… desde la fecundación.
Sí, se trata de una de las órdenes más restrictivas en Estados Unidos —que supera incluso a la aprobada en Texas, conocida como la “ley latido”, ya que permite la interrupción del embarazo hasta la sexta semana.
Congreso de Oklahoma prohíbe el aborto
Oklahoma es conocida como una de las entidades más conservadoras de Estados Unidos. Desde hace tiempo, por aquellos lares, se presentaron peticiones —por grupos particulares e impulsados por el Partido Republicano— para que las autoridades restringieran casi de manera total la interrupción voluntaria del embarazo.
Y estas “peticiones” avanzaron hasta llegar al Congreso, que en esta ocasión aprobó —con 76 votos a favor y 16 en contra— la prohibición del aborto desde el momento de la concepción.
Sin embargo, esta iniciativa no es la primera. En abril pasado el mismo Congreso aprobó la penalización del aborto hasta con 10 años de prisión. Ahora, las restricciones regresaron corregidas y aumentadas.
Lo único que falta es que el gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt —quien a inicios de mayo ya había dado luz verde para prohibir el aborto después de la sexta semana de embarazo— firme esta iniciativa para que entre en vigor de manera inmediata.
Las reglas
Este combo de leyes —las de abril y mayo— considera que las mujeres pueden interrumpir el embarazo sólo si se trata de una emergencia médica o si el embarazo es resultado de una violación o incesto, que además, para poder abortar, las mujeres deberán presentar una denuncia del delito ante las autoridades.
Eso no es todo. Las restricciones y sanciones también aplican para el personal médico u organizaciones que apoyen y faciliten la interrupción del embarazo.
Según el Congreso, estas organizaciones o personal médico pueden, incluso, ser perseguidos por las autoridades de Oklahoma por el sólo hecho de ayudar a una mujer a abortar —y eso incluye a organizaciones que trabajen en otros estados.
Lo que abre una ventana a las persecuciones por la interrupción del embarazo. De hecho, esta ley —la aprobada el 19 de mayo— aprobó las recompensas por 100 mil dólares para las personas que denuncien un aborto.
Aunque, dentro de la definición de “aborto”, según el Congreso de Oklahoma, no entra el uso, la prescripción y venta de las píldoras del día siguiente o cualquier otro tipo de anticonceptivos de emergencia.