¡Pa’ acabarla de amolar! Este viernes, la calificadora Standard&Poor’s modificó la perspectiva de calificación para México de estable a negativa, esto porque se pronostica un mejor crecimiento económico y un cambio en las políticas públicas que afectan el sector energético.
Explica que estas políticas reducen la participación de la iniciativa privada en el sector energético, cosa que ha afectado negativamente la confianza de los inversionistas. Señalan que se está colocando una carga financiera sobre Petróleos Mexicanos (Pemex), misma que de por si tiene un desempeño bajo operativo y financiero.
ÚLTIMO MINUTO: S&P revisa a negativa la perspectiva para la calificación crediticia soberana de México.
Cita el cambio de la política energética con respecto a inversión privada, otros hechos qué debilitan la posición del país y ambiente para crecimiento económico@TheTerminal
— Eric Martin (@EMPosts) 1 de marzo de 2019
Por medio de un comunicado, la calificadora detalló que espera que la administración de López Obrador implemente políticas económicas que equilibren las prioridades sociales con el objetivo de estabilizar macroeconómicamente a México.
Pero ¿qué hacen estas agencias calificadoras?
Las agencias de calificación como Standard & Poors, Moody’s, Fitch, etc. son empresas privadas que se dedican a estudiar y evaluar a los países con el fin de emitir una calificación que le pueda servir a los inversionistas para tomar una decisión sobre la viabilidad de hacer inversiones en deuda pública.
El procedimiento generalmente es así: cuando un emisor —ya sea el gobierno, una empresa, un municipio o banco— quieren emitir deuda o solicitar financiación, le encarga a una agencia de la evalúe primero. Esto va a servir a los inversores como una luz para marcar el tipo de interés que van a conceder a la financiación.