Aunque el gobernador de Veracruz se deslindó por completo del multihomicidio en la Narvarte, del cual fueron víctimas el fotoperiodista Rubén Espinosa y la activista Nadia Vera, el jefe del gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, informó que siempre sí es necesaria la declaración de Javier Duarte.
Poco antes de promulgar la Ley de Protección Integral de las Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas del Distrito Federal, Mancera dio a conocer que él mismo entró en contacto telefónico con Duarte para solicitarle su declaración, la cual servirá para intentar esclarecer el homicidio de cinco personas –entre las que se encontraban Vera y Espinosa-, perpetrado el pasado 31 de julio en la colonia Narvarte.
El gober jarocho no se negó a la invitación a declarar, sólo falta establecer el día y hora de la diligencia en la que no se le preguntará cuántos frutsis y pingüínos se avienta, sino con un cuestionario que aportará la organización Artículo 19.
Cabe destacar que Duarte no pisará las instalaciones de la PGJDF, esto para “cuidar los procedimientos de estilo, para el efecto de las inmunidades (que) en su carácter de gobernador tiene”.
La declaración del rechoncho ejecutivo estatal será tomada en su calidad de testigo y para recogerla funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) se trasladarán hasta el puerto jarocho. El viaje también servirá para obtener cualquier información que las autoridades capitalinas crean necesarias para la investigación, toda vez que tanto Espinosa como Vera residieron en Veracruz. El primero abandonó la entidad por las amenazas que recibió por su trabajo periodístico, mientras que la activista dejó un video en el que culpó a Duarte por cualquier cosa que le llegara a pasar.
Pese a lo anterior, ayer Duarte señaló que no es responsabilidad de su administración el investigar los homicidios, ya que al momento de ser cometidos, los dos jóvenes ya eran residentes en el Distrito Federal, así que la bronca es de las autoridades capitalinas.