Ayer la huelga realizada por los operadores del Metro de Sao Paulo llegó al punto al que seguramente ambas partes –huelguistas, gobierno- no querían llegar: la violencia. La policía optó por utilizar gases lacrimógenos y golpes para intentar dispersar las manifestaciones que se realizan.
Sin embargo, además de los operadores que realizaron bloqueos al servicio, alrededor de 4 mil manifestantes bloquearon el tránsito de las principales vías de la ciudad. Por causa de los enfrentamientos, al menos 3 de los manifestantes resultaron con lesiones, señaló Paulo Iannone, líder obrero. Huelga y lluvia fueron suficientes para que el congestionamiento en la ciudad sumara los 239 Km de prolongación.
Aunque se sigue manteniendo –de hecho es indefinida- la huelga realizada en el Metro de la ciudad, este sábado algunas líneas ofrecen servicio con normalidad; no obstante, según lo acordado por el Sindicato de los operadores, se mantendrá el paro hasta mañana domingo, día en que se decidirá sobre la legalidad de la paralización, ya que los intentos de terminar con la huelga por medio de la negociación no ha llegado.
Ayer, momentos antes de que se realizará una mesa de negociación, fue que se registró el enfrentamiento entre operadores del Metro y la policía de Sao Paulo, esto debido a que –según informa O Globo- los primeros negaron la entrada a algunos funcionarios del transporte a sus instalaciones de trabajo, con lo que se atrasó el inicio del funcionamiento parcial de las líneas.
Para dispersar a los huelguistas, la policía utilizó gas lacrimógeno además de recurrir a los golpes. Los principales enfrentamientos sucedieron en la estación Ana Rosa y Bresser-Mooca, aunque también hubo connatos en los puntos cercanos a las instalaciones del Metro, así como en otras estaciones en las que las fuerzas del orden fueron colocadas.
Aunque la huelga continua, el gobierno ha enviado supervisores para realizar la operación del Metro, lo cual es una irresponsabilidad, señala el “Sindicato de Metroviários”. Además de la huelga, los operadores sugieren ofrecer un día de servicio gratis, lo cual significaría liberar los torniquetes de entrada, –se pensaba realizar esta movilización ayer, viernes-, pero las autoridades no dieron su visto bueno; estas mismas autoridades serán las que decidan mañana domingo sobre la legalidad de continuar con el paro.
Pese a lo anterior, se espera la resolución del problema lo más pronto posible, ya que en sólo seis días la ciudad será marco de la ceremonia y partido de inauguración de la Copa del Mundo Brasil 2014, esto en la Arena Corinthians, a la que se llega principalmente por Metro… pero por lo visto ayer, la violencia seguirá imperando: el secretario de Transportes, Jurandir Fernandes dijo en entrevista que el gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, determinó que si “hubiese obstrucción física, la desobstrucción también será física”.
