Hoy el Senado de Paraguay ha decidido destituir a su presidente Fernando Lugo, después de que éste fuera acusado por mal desempeño de funciones. Su cargo ya ha sido ocupado por el vicepresidente Federico Franco.
La muerte de seis policías y once campesinos durante un enfrentamiento ocurrido en la hacienda del político y empresario Blas N. Riquelme, fueron motivos suficientes para que el Senado paraguayo votara a favor de la propuesta para llevar al ahora ex mandatario a enfrentar un juicio político.
Sin embargo, el ex-presidente Lugo, quien se desempeñaba como obispo hasta el año 2008 ha señalado en varias ocasiones que lo sucedido apenas el 15 de junio en Curuguaty fue un acto que tiñó de sangre la lucha por la tierra en Paraguay, la cual “fue históricamente no violenta”.
Pero para los que no estén enterados del todo, les diremos que a grandes rasgos, el pasado viernes policías procedieron a desalojar a campesinos de la Liga Nacional de Carperos quienes reclamaban cerca de 2 mil héctareas propiedad del ex senador Blas N. Riquelme, mismas que se encuentran en disputa con el Estado.
Siguiendo el protocolo para un operativo de desalojo, los policías apoyados por el Grupo Especial de Operaciones ingresaron al lugar para negociar con los campesinos afirmaron fuentes policiales. A pesar de que el comisario Walter Gómez señaló que los efectivos entraron al lugar sólo con cachiporras, escudos y balines, para su “sorpresa” fueron “emboscados por los campesinos”, quienes estaban fuertemente armados. El saldo de aquel enfrentamiento fue de 11 campesinos y 6 policías muertos, además de aproximadamente 50 heridos.
Ese mismo día, se convocó a una sesión extraordinaria en la que ya algunas autoridades del Congreso proponían el juicio político al presidente de la República Fernando Lugo y la destitución del ministro del Interior Carlos Filizzola, misma que se ha consumado esta misma tarde.
Su destitución ha sido definida por el propio Lugo como “un golpe de Estado exprés”: “porque lo han hecho entre noche y madrugada, se han puesto de acuerdo, nosotros decimos que es incluso anticonstitucional porque no se respeta el debido proceso”. Y es que sólo dos días fueron necesarios para determinar que el ex mandatario incumplió sus funciones al permitir una mayor conflictividad en el país.
De 61 años, Fernando Lugo se ordenó sacerdote en 1977, fue misionero en Ecuador para luego ser ordenado obispo en 1994. Se identificó con los más pobres y encabezó en 2006 protestas contra el entonces presidente Nicanor Duarte. Ese mismo año renunció al estado crerical, lo cual fue rechazado por El Vaticano, que a cambió lo suspendió “a divinis”.
Como parte del Partido Liberal, en 2008 con el 40% de los votos ganó la Presidencia de su país. Dos años después le confirmaron un “linfoma cancerígeno maligno” que superó tras un largo tratamiento oncológico en Paraguay y en Brasil.
Por otra parte, la polémica ya se hacía presente en su administración, luego que el pasado 5 de junio anunció el reconocimiento de un hijo nacido hace 10 años, cuanto todavía era obispo, mientras que más mujeres han demandado pruebas de paternidad.
Ante la destitución de Fernando Lugo como presidente de Paraguay, los países que conforman el Mercosur y la Unasur se han pronunciado por desconocer al nuevo goberino guaraní, e incluso presidenta de Brasil, Dilma Roussef ha propuesto expulsar a Paraguay de estos dos frentes, por el rompimiento del orden constitucional, pues considera que se ha violado la democracia en dicho país, en tanto que el gobierno de Ecuador ha dicho que “sólo reconocerá a Fernando Lugo, como presidente de Paraguay”.