En una entrevista, durante su periodo como candidato a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto presumió los logros de los nuevos rostros del Partido Revolucionario Institucional (PRI). El político mexiquense dijo que Javier Duarte, entonces gobernador de Veracruz; César Duarte, de Chihuahua; y Roberto Borge, de Quintana Roo; representaban la nueva generación priista. Hasta los bautizó con el mote de “los nuevos rostros del PRI”. Al paso de los años todos conocemos la historia. Los nuevos rostros dejaron rotos a sus estados. Registraron niveles históricos de deuda pública y dieron cátedra de malos manejos y triquiñuelas con recursos públicos. A Duarte de Ochoa lo expulsaron del partido, en octubre de 2016, una vez que ya se había pelado y que la Procuraduría General de la República (PGR) había girado una orden de aprehensión en su contra por los delitos de delincuencia organizada, defraudación fiscal y lavado de dinero.
Ayer, jueves 8 de junio, el PRI volvió a dar muestra de que con sus valores y sus códigos de ética no se juega. ¿De qué se ríen? El partido tricolor expulsó de sus filas a Roberto Borge Angulo, exmandatario de Quintana Roo, quien fue detenido en Panamá el pasado 5 de junio mientras se disponía a abordar un vuelo con rumbo a París, Francia. El llamado Señor de los Terrenos fue echado del PRI por actuar con “falta de probidad” durante su gestión como gobernador y por desprestigiar a su partido con sus acciones. Bajo estos argumentos, Borge Angulo fue declarado persona non grata por la familia priista, quienes —además— sentenciaron que el exgobernador nunca podrá reafiliarse al partido que lo llevó a la cima. El doctor en economía Gerardo Esquivel compartió una versión más verosímil sobre la expulsión de Borge y los otros nuevos rostros del PRI:
Expulsaron al exgobernador Roberto Borge del PRI. Al parecer incumplió un principio básico del partido: se dejó agarrar.
— Gerardo Esquivel (@esquivelgerardo) 9 de junio de 2017
“El PRI no protege ni protegerá a nadie que en el ejercicio público defraude la confianza ciudadana. No podemos guardar silencio frente a la corrupción y nuestro partido no es ni será cómplice de nadie”, dijo Arturo Zamora, integrante de la Comisión Nacional de Justicia Partidaria. A Borge Angulo se le acusa del delito de lavado de dinero, el cual no está tipificado como un delito grave, por lo cual podría seguir su proceso en libertad, apunta la PGR.
