Al gober de Querétaro, Francisco Domínguez Servién, no le dejaron echarse su torta y chesco en lo que disfrutaba del desfile que, por ocasión del 1 de mayo, se realizó por las calles de la entidad. ¿La razón? Una “agresiva” manifestación de profesores del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Bueno, antes de su graciosa huida, Domínguez alcanzó a medio ver el desfile en el que participaron disidentes del SNTE y de la organización Francisco Villa… nomás tantito, ya que el evento que se preveía que iba a terminar alrededor de las 13:30, terminó aproximadamente a las 11 de la mañana, debido a abucheos, gritos y consignas que, en contra del mandatario y demás autoridades, se realizaron.
Además de gritos, mentadas y agresiones verbales, los manifestantes arrojaron al templete las playeras conmemorativas del evento. Dado lo caliente del asunto, representantes de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) dieron por terminada la verbena, recogieron sus juguetes y se retiraron del lugar junto con el gobernador.
Uno de los principales reclamos que se le hicieron al ejecutivo fue la reforma a los sistemas de pensiones, así como las modificaciones a los requisitos para obtener la jubilación. A la manifestación se sumaron maestros despedidos del Colegio de Bachilleres, trabajadores de limpia municipales y del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep).
“Aquí hubo de todo, quienes más obstruyeron fueron los de la llamada ‘izquierda recalcitrante’”, comentó en conferencia de prensa Jorge Arturo Araujo, dirigente de la CTM, quien fue uno de los que, tras el incidente, cobijó al gobernador.
Esta es la primera ocasión en la historia de Querétaro en la que el desfile del 1 de mayo se tiene que suspender… luego de comerse un bolillito pa’l susto, el gobernador aseguró que buscará dialogar con los trabajadores… claro, siempre y cuando sus demandas sean legítimas.