Como un misterio digno de resolver para Scooby-Doo y su pandilla, en Guanajuato reportan la presunta desaparición de 22 momias: La promotora cultural, Paloma Reyes Lacayo denunció irregularidades en el Museo de las Momias de Guanajuato, el cual administra la colección natural más grande del mundo, y que se encuentra bajo la protección de las autoridades locales.
Por esto, Reyes Lacayo pidió la intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y de la Auditoría Superior de Guanajuato para que se investigue el caso.
En esta petición que la exdirectora del Museo entregó el pasado 25 de noviembre de 2019, al titular del INAH, Diego Prieto, también se informa la probable desaparición de 22 momias, los traslados no autorizados de los restos áridos y los problemas que se tienen para su manejo y conservación.
Sobre esto, la promotora cultural comunicó por medio de una carta dirigida al auditor superior del Estado de Guanajuato (ASEG), Javier Pérez Salazar, lo siguiente: “Hay indicios de la pérdida de 22 momias, pues (a pesar de que) se ha declarado la existencia de 117 elementos momificados, según el inventario (actual) sólo se confirma la existencia de 95”.
Después, en entrevista con el periódico Excélsior, Reyes Lacayo señaló: “En este momento, de manera documental, tenemos indicios de que hay una diferencia de momias entre los inventarios (de 2018 y 2019), pero en mi opinión es altamente probable que ya tengamos pérdida de momias y no me refiero a la desaparición de los cuerpos, aunque sí creo que los cuerpos hayan sufrido una esqueletización (desaparición de la piel), debido a las deficientes condiciones en que han sido gestionadas y transportadas”.
A pesar de que no ha obtenido contestación alguna por parte del INAH, el Órgano Interno de Control de esta institución ya emitió una respuesta el 9 de enero y se comprometió a investigar. Aunque las momias son administradas por el municipio, cualquier movimiento o cambio debe ser notificado al instituto.
La respuesta de Gerardo Carmona Pineda, titular del área de quejas del Órgano Interno de Control del INAH, es la siguiente: “Los hechos se radicaron para su investigación en esta área de quejas (y) le informo que una vez que se concluya la investigación de su petición se le hará del conocimiento el resultado del mismo”.
Aunque Excélsior ha querido saber la opinión de Jesús Antonio Borja, director de Cultura y Educación de Guanajuato, y de alguien perteneciente al INAH, hasta el momento no ha obtenido contestación.
*Con información de Excélsior