La vacuna de Moderna, una de las más eficaces y conocidas en el mundo entero durante la lucha contra COVID, está metida en un escándalo bárbaro que nada tiene que ver con la salud… o sí, de cómo se aprovechó la emergencia sanitaria para generar millonarias ganancias y jinetearlas en un esquema de posible evasión de impuestos internacional.
Usando paraísos fiscales en dos continentes, el entramado involucra ganancias estimadas de más de 8 mil millones de dólares.
La investigación fue publicada en Países Bajos por el Centro de Investigación sobre Corporaciones Multinacionales (SOMO), una organización independiente que se dedica a poner en la mira a gigantescas empresas, como esta farmacéutica.
Gracias a un contrato filtrado entre Moderna y la Comisión Europea, se reveló que se compraron 10 mil 300 millones de dólares en vacunas contra COVID. Dinero que, ni de chiste, terminó en cuentas normales. Según el estudio, todos esos billetes verdes fueron a parar en cuentas de una extraña subsidiaria en Suiza.
“Suiza es notoria por sus bajos impuestos y sus acuerdos secretos, por lo que es imposible saber cuántos impuestos pagó Moderna en ese país”, señala la publicación de SOMO.
También hay triangulaciones en Estados Unidos
Al mismo tiempo que la Unión Europea pagaba más de 10 mil millones de dólares en vacunas, Estados Unidos tenía un contrato similar que sobrepasaba los 7 mil millones de dólares.
Ese dinero, también se fue a Suiza y a otras cuentas en el estado de Delaware.
Resulta que Delaware, uno de los estados en Estados Unidos, es considerado otro de los paraísos fiscales para las grandes corporaciones porque no cobra impuestos a los productos patentados. Sí, patentados como la vacuna de COVID desarrollada por Moderna.
“La pagamos 3 veces”
Ese, es justo uno de los reclamos principales alrededor de este esquema de triangulaciones en la compra de la vacuna de Moderna.
“Como sociedad, lo pagamos tres veces”, escribía Vincent Kiezebrink, uno de los investigadores neerlandeses del proyecto. “Dimos los fondos para investigar el desarrollo de la vacuna, pagamos precios inflados para comprar esas vacunas y ahora Moderna usa estructuras fiscales para evitar pagar impuestos en nuestros países”.
SOMO calcula que Moderna tiene cerca del 44% de margen de ganancia en cada una de las vacunas y se trata de uno de los tratamientos más caros que hay en el mercado, por lo que estiman ganancias netas de más de 8 mil millones de dólares en este año.
Si quieres leer la investigación completa, la puedes encontrar AQUÍ. Está en inglés, pero bueno, al menos no es neerlandés.