Para ejemplificar que, efectivamente, los legisladores votan a lo güey, en sus épocas de diputado (por ahí de 2013), Ricardo Anaya aprobó el “pase automático” con el que el procurador de la República tiene la posibilidad de convertirse en el primer fiscal general del Estado. Ahora, cuatro años después –ya como líder panista– el mismo Anaya se erige como el principal oponente a la inminente designación del dueño de Ferraris mal registrados, Raúl Cervantes.

Con Cervantes como muy posible futura tapadera de sus carnales corruptos del PRI, digo, como fiscal general, el tal “pase automático” ya no se ve como una idea muy buena. El asunto es saber por qué hasta ahora respinga el líder blanquiazul. La respuesta es digna del muro de la vergüenza de la política mexicana: “era una minuta muy compleja”, señaló el ahora paladín de la lucha contra la impunidad, quien –para no quedar como el único güey– aseguró que, a la hora de la discusión y votación del asunto, ninguna fuerza política se dio cuenta de que lo que se tenía en las manos era “un dardo envenenado” (léase con voz del Perro Bermúdez, cuando narraba los tiros libres de Pavel Pardo).

La falta de atención en la chamba por parte de Anaya ha provocado no sólo que posiblemente el país tenga un fiscal que evade impuestos de la forma más ñera posible (tomando en cuenta el varo que se carga), sino que ha provocado una severa crisis al interior de su partido. El asunto ha llegado a la división entre calderonistas y anayistas, haciendo que los primeros –dicen– se aliaran con el PRI para colocar a Ernesto Cordero como presidente del Senado… claro, todo a cambio de echar la mano para que el #FiscalCarnal llegue al puesto.

Y bueno, ahora que él se está echando para atrás de su distraído “colaboracionismo”, acusa que las informaciones que se están ventilando sobre su supuesto enriquecimiento ilícito son un complot en su contra.

“El pase automático está en el transitorio de la reforma constitucional concretamente en el transitorio del 102, que se aprobó por mayoría calificada, que lamentablemente no fue observado con el suficiente cuidado en su momento”, admitió el líder panista… que en ese entonces era nada menos que el presidente de la Cámara de Diputados, mientras que el ahora procurador se desempeñaba como presidente del Senado, donde tampoco los legisladores panistas se dieron cuenta del llamado “dardo envenedado”.

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Hola, soy Álvaro. Estoy en sopitas.com desde hace algunos años. Todo ha sido diversión, incluso las críticas de los lectores. La mejor de todas: "Álvaro Cortés, córtate las manos".

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook