Lo que necesitas saber:

Si bien la restauración de los ríos es un proceso a largo plazo, es importante tenerla como opción ante la escasez de agua en CDMX.

Érase una vez una autopista construida sobre el río Cheonggyecheon, considerado como símbolo de la modernización de Corea del Sur. Sin embargo, con el paso del tiempo las autoridades se dieron cuenta que no había sido tan buena idea entubarlo y decidieron repensar la cosa. ¿Esto podría pasar en CDMX con sus ríos?

Sí, mediante su restauración, aunque la verdad se trata de un proceso costoso, largo y cuyos resultados se verían a largo plazo, nos explicó Luis Zambrano González, doctor en Ecología por la UNAM con quien platicamos por Zoom.

Foto: Getty Images.

La hazaña de Seúl que CDMX podría repetir restaurando sus ríos

Queremos platicarles de una idea que —durante la temporada de lluvias— suena un montón:

La restauración de los ríos de CDMX para aprovechar el agua de la lluvia y, de esta manera, darle la vuelta a la escasez de agua que le ha pegado a algunas zonas de Ciudad de México.

“Vista aérea de Viaducto”. Foto: Foto de Manuel Velásquez-Getty Images.

De hecho, en las elecciones para la jefatura de Gobierno de CDMX escuchamos esta propuesta vía el candidato de MC (Movimiento Ciudadano) Salomón Chertorivski, quien propuso abrir o desentubar Viaducto.

Y “traer a la vida” al río de la Piedad que, precisamente, corre debajo de esta importante vialidad chilanga.

El río Cheonggyecheon

La restauración de los ríos no es una idea descabellada. Corea del Sur lo hizo con muy buenos resultados, al restaurar el río Cheonggyecheon que corre 5.8 km del centro de Seúl.

Como en muchos países, el modelo de desarrollo urbano en Seúl apostó por la construcción de vialidades para automóviles, edificios y más edificios.

En los 50 del siglo XX, la ribera del río Cheonggyecheon se convirtió en una zona de asentamientos informales para las personas migrantes.

“El río Cheonggyecheon en 1904”. Foto: koreabridge.net-onu-habitat.org.

El río, además, era usado como una gran alcantarilla, contaminado y, a su vez, propenso a inundaciones.

A finales de los 50, las autoridades decidieron que lo mejor sería cubrirlo de hormigón y en los 70 construyeron una autopista encima.

Si bien esta autopista representaba la modernidad de la ciudad, lo cierto es que con el tiempo las autoridades se percataron que el tránsito era la fuente de la mala calidad del aire o el deterioro ambiental.

Corte a: Seúl repensó la situación y en 2003 inició la restauración del río Cheonggyecheon.

No lo hizo solo. El gobierno de Seúl trabajó con grandes y pequeñas empresas, despachos de arquitectos y hasta un comité ciudadano para recuperar el río con el objetivo de mejorar el medio ambiente, la movilidad, los espacios públicos y el desarrollo económico de la zona.

Cheonggyecheon. Foto: Getty Images.

Todo al mismo tiempo. ¿Lo lograron? La respuesta es sí. El proyecto de restauración terminó en 2005. Costó 367 millones de dólares pero sus beneficios representaron un valor de 3,500 millones de billetes verdes.

Una cuenca formada por montañas y ríos

CDMX está ubicada en una cuenca cerrada. Rodeada de montañas, volcanes y un sistema de sierras de la que desde hace siglos —como lo indicó el urbanista Jorge Legorreta en la Revista Ciencias de la UNAM— desciende el agua de 45 ríos todavía existentes.

A eso súmenle el hecho de que esta cuenca es una de las zonas donde más llueve —de abril a octubre aunque la mayor carga de lluvia es durante el verano: julio, agosto y septiembre.

Y no olvidemos que hay remanentes del sistema lacustre de Tenochtitlán que son los acuíferos de distintas zonas de CDMX porque lo que conocemos como la Zona Metropolitana del Valle de México estaba integrado por los grandes 5 lagos: Chalco, Xochimilco, Texcoco, San Cristóbal, Xaltocan y Zumpango.

“Mapa de CDMX 1618”. Foto: Getty Images.

Y sobre un cachito del Lago de Texcoco se fundó Tenochtitlán. Dicho esto, entonces, ¿por qué CDMX se enfrenta a un problema de escasez de agua?

Una parte de la respuesta la encontramos en la sobreexplotación de los acuíferos o en el crecimiento de la misma población.

Ante esta situación, CDMX decidió voltear hacia su vecino el Estado de México para traer agua de presas como el Sistema Cutzamala cuando… la respuesta también pudo encontrarla en su mismo territorio.

Un cambio de modelo: del concreto al río

“Los ríos y lagos son parte del ecosistema donde está asentada la ciudad, no debemos olvidar que ese sistema sigue funcionando, independientemente, de que la llenemos de concreto”, señaló Luis Zambrano González para después explicarnos que entubar un río no quiere decir que este deje de existir.

“Sigue el río ahí trabajando, funciona aunque no lo veamos, tan es así que cuando llueve muy fuerte nos inundamos, Viaducto se inunda y eso quiere decir que sigue trabajando”.

Viaducto, CDMX. Foto: Getty Images.

Zambrano González reflexionó y dijo que si bien en el siglo pasado los mexas se dieron el lujo de pensar que el desarrollo era igual al concreto, en la actualidad la perspectiva hacia este modelo ha cambiado.

Y, de hecho, CDMX se enfrenta a un problema que podría empeorar en términos hídricos: “Nos estamos quedando sin agua y nos estamos inundando”.

Beneficios de abrir los ríos

Una de las soluciones podría ser la restauración de los ríos en CDMX, tipo río Churubusco o La Piedad en Viaducto. Las ventajas son varias, compartió el doctor en Ecología:

  • Regulan la temperatura junto con los árboles, parques y humedales. “Los ríos son amortiguadores de la temperatura, cuando hace mucho calor, estar al lado de un río refresca, amortigua también el frío y se vuelve más tolerable”.
  • Ayudan a reducir la velocidad del agua. “Si tú tienes un río entubado, cuando se mete el agua en las grandes tormentas es como si estuviera en la Fórmula 1, no hay nada que le detenta para llegar a las zonas más bajas”. En cambio, un río destapado va deteniendo la velocidad del agua.
  • Reducen la contaminación auditiva y visual.
  • Propician el desarrollo de flora y fauna que ayudan al equilibrio del ecosistema.

“Seúl repensó un poco la ciudad a partir de eso y, en lugar de sacrificar al río para generar movilidad, sacrificó la movilidad del automóvil para generar una más eficiente como el transporte público de calidad y darle espacio de nuevo al río para que la gente pudiera tener una mejor calidad de vida”.

Proyectos a largo plazo, presupuesto y costos políticos

En el 2000 un grupo de arquitectos presentó el proyecto “Vuelta a la ciudad lacustre”, cuyo objetivo era precisamente la restauración de los ríos del Valle de México.

Sin embargo, el proyecto no se armó debido al presupuesto, ya que lo consideraron altamente costoso.

Y eso es uno de los factores que frenan a los gobiernos a entrarle a una restauración como en Seúl.

Además del alto costo, Luis Zambrano mencionó el costo político que representa para un gobierno, ya que se trata de un proyecto cuyos resultados se ven a largo plazo y no se ponerlo en marcha.

Aun así, vale la pena seguir pensando e impulsando esta alternativa —mediante proyectos integrales como sucedió en Seúl.

“El río Cheonggyecheon atraviesa Jongro CBD (el centro histórico) de Seúl por la noche”. Foto: Getty Images.

“Repensemos a nuestra ciudad como si fuera un ecosistema y exijamos a los gobiernos que tenemos recuperar ciertas áreas verdes o azules. Entonces, al gobierno no le va a quedar de otra”, concluyó Luis Zambrano.

Hola, soy Lucy Sanabria. Desde 2018 redacto y reporteo para Sopitas.com, con especial entusiasmo en temas de derechos humanos y LGBT+. En 2021 fui parte de la generación de la beca de Periodismo Incluyente...

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