Lo que necesitas saber:
Mientras internet pelea por sus huaraches, suceden cosas más importantes. Un crédito hipotecario de 330 millones de pesos —como el de la senadora Sasil de León— tardaría 127 años en pagarlo con su salario.
Solita se delata. Después de estar peleando en redes sociales por unas chanclas —que si eran carísimas o no—, el ojo público terminó en las declaraciones patrimoniales de la Senadora Sasil de León, de Morena.
Internet peleando por sus huaraches, pero detrás de esos pleitos de redes sociales se esconden cosas más importantes.
En sus documentos públicos, más allá de unas mentadas sandalias, periodistas de EME EQUIS encontraron 330 millones de pesos de un crédito hipotecario.
Si necesitan echarle un ojo a esas cantidades de locura, imagínense que si solo usara el dinero que que recibe —según ella—, se tardaría 127 años en pagarlo en su totalidad. Eso sin contar ni un solo gasto extra.
Sasil de León y su crédito de 330 millones de pesos
De acuerdo con la investigación del periodista Jorge García Orozco, que seguro recuerdan por los reportes de los lujos, gastos y demás cochinadas de la diputada DATO PROTEGIDO, presentó este nuevo reporte sobre Sasil de León.
En su reportaje muestra la declaración patrimonial de la Senadora de Morena.
Aunque la senadora dice que no tiene ninguna propiedad, ni tiene coches; lo que sí presenta es un crédito hipotecario de 330 millones de pesos.
Como les decíamos antes, las cuentas nomás no nos salen y es que si utilizara todo el dinero que según ella recibe —2 millones 581 mil pesos anuales—, se tardaría 127 años en pagar en su totalidad el crédito hipotecario que tiene, con el que no se compró ninguna casa.
Todo empezó porque se peleó por unas chanclas
Y bueno, esta historia tiene un extraño contexto.
Después de subir videos en sus redes sociales presumiendo su vida diaria, algunos periodistas comenzaron a cuestionar la marca de las chanclas que traía, así como las joyas o relojes que porta en sus videos.
En respuesta, dijo que los mentados huaraches no eran de lujo —”Me las regalaron. Son de León, Guanajuato”, dijo en sus videos—, pero muchas personas ya tenían puesto el ojo en sus ingresos que resultaron ser bastante más sospechosos.
Entonces, esto nos deja una curiosa lección: mientras algunos en Twitter pelean por las chanclas, en las declaraciones de ingresos se esconden millones de pesos. Eso, o que nuestros funcionarios públicos —no se rían—, nomás solitos se delatan.
