Al parecer los políticos ya están aburridos de su chamba, todo es tan aburrido y monótono: llegan al poder, roban, se van… como la gran mayoría… pero no sienten la adrenalina de ser cachados o de que algo pase: la gente es tan apática. Por esta razón, ellos mismos –los políticos- tan emprendedores como son, le ponen un grado de dificultad al asunto, a ver si vuelve a tener tantita emoción.
Ejemplo de lo anterior es lo hecho por el panista Hilario Ramírez Villanueva, más conocido como “Layín”, quien fue presidente municipal de San Blas, Nayarit -uno no muy bueno- y frente a una multitud de ex gobernados –a riesgo de ser sido linchado- admitió que durante su gestión robó dinero de la Presidencia… pero nomás tantito:
“Me han criticado mucho (…) que a mí me gusta mucho el dinero (…) ¿a quién no le gusta? (…) ¿Qué le robé a la Presidencia? Sí le robé (…) poquito, nomás una rasuradita, porque está bien pobre (…) Pero lo que con esta mano me robaba, con ésta se lo daba dinero a los pobres, compañeros”.
Como no encontró ningún tipo de reclamó -al contrario, la gente le aplaudía-, el cínico político siguió su discurso indicando que si bien cuando fue gobernante no realizó ningún tipo de construcción en favor de la comunidad, sí se la pasó muy bien:
“[Me reclaman] ¿Por qué gastaste tanto dinero el día de tu cumpleaños, por qué no le regalaste a la gente eso que gastaste? (…) Hijo de la chingada, ¿para quién fue la fiesta?… para la gente cabrón”.
Algo que no se ha mencionado, pero que le coloca un grado más de emoción a cuanto discurso ofrece “Layín”, es el hecho de que no le bastó con haber sido alcalde una vez y robar, sino que está en plena campaña para regresar al poder, esta vez ya no con el PAN, sino como candidato independiente… y para calar más el ánimo del público, como promesas de campaña ofreció no hacer ningún tipo de obra pública, quizás llevarse un poquito más de dinero y celebrar su cumpleaños con La Banda El Recodo:
“Con puesto o sin puesto (…) en febrero están invitados, viene la Banda El Recodo (…) Nosotros no hacemos obra, porque estamos pagando las drogas de Layín. Compañeros, por eso quiero ser presidente, pa’ que todas las drogas que hemos dejado los ex presidentes se paguen: las de mis colegas, las drogas que dejó Layín y las drogas que debe esta administración… les voy a demostrar cómo se trabaja compañeros”.
Con lo elaboradamente cínico de su discurso, “Layín” de menos esperaba una mentada… al no recibirla y percibiendo que el electorado lo ama, se despidió no sin antes invitar a la gente a que “si por azares del destino, si vuelvo a ocupar otra vez [la presidencia] y no les cumplo, mándenme a chingar a mi madre compañeros”.
Seguramente no decepcionará, si así estuvo su primera toma de protesta… imaginen la próxima… por algo la gente le perdona todo: