En su lucha por proteger el Fondo del Bikini y detener los contagios de COVID, un grupo de innovadores científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) acaba de patentar unas nuevas mascarillas nasales que ya se están convirtiendo en la sensación de las redes sociales.
Fueron catalogadas por la casa de estudios como “únicas en su tipo” y pues… sí, tienen razón.
Pero bueno, antes de que las agarremos de botana, cabe aclarar que estas nuevas mascarillas nasales no solo están para homenajear a Cepillín y sacarnos una buena carcajada: la creación de los investigadores mexicanos del IPN sí tiene principios científicos importantes que pueden ayudar a disminuir los contagios de COVID.
¿Cómo funcionan?
Primero, vale la pena contarles que no pretenden sustituir el cubrebocas tradicional, sino que buscar ser una medida adicional para momentos específicos.
Gustavo Acosta Altamirano, coordinador del proyecto en el IPN contaba que estas mascarillas nasales podrían ser muy socorridas en restaurantes —adjuntaron foto de ellos comiendo—, en vuelos de larga duración donde es bastante incómodo o en citas odontológicas donde cualquier protección adicional es buena.
La mascarilla nasal ya fue incluso bautizada como Mask Eating.
“Surgió como una necesidad de contar con mayores elementos de protección sanitaria, sobre todo ante las variantes del SARS-CoV-2 que son más contagiosas”, comentaba el IPN en un comunicado en el que contaba la participación de investigadores de la Escuela Superior de Medicina, del Hospital de Alta Especialidad Ixtapaluca y una científica de la FES Zaragoza.
O sea que sí están muy cotorras, sí vas a hacer el hazmerreír con tus cuates un rato… pero neta también protegen. Está chido.
¡Ya me urge, tío IPN! Quiero una mascarilla de nariz
Si ya te quieres comprar una de estas mascarillas de nariz patentadas por el IPN, tenemos la buena noticia de que no tendrás que esperar mucho tiempo.
El Instituto comentó que ya están en pláticas con una empresa para que, utilizando los materiales óptimos para su confección, se empiece a producir de manera masiva y lograr “ponerla en breve al alcance de la sociedad”.