Parafraseando a Nelson Muntz, muchos podrán decir que en la frase que da título a esta nota “hay al menos dos grandes mentiras”.
En fin, ésas fueron las palabras que sacó de su ronco pecho el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, al señalar que durante su administración ha intentado que, en caso de regarla, no todo se le achaque… bueno, esto de modo eufemístico, concretamente él señaló que ha trabajado con todos los órdenes de gobierno en aras de comprometer la labor, obligación y responsabilidad de cada uno, “porque no todo recaerá en la tarea del gobierno de la República, sino en la que juntos hacemos”.
Lo anterior fue encaminado a ratificar que, no importando cómo nos ha ido hasta ahora, para este 2016 seguirá la instrumentación de las reformas estructurales, ya que con ellas es que se logrará “avanzar para lograr lo que queremos: una mejor nación, un mejor país en beneficio de su sociedad”.
Durante su paso por Tamaulipas, EPN aceptó que el estado fronterizo señalado por los altos índices de criminalidad… sin embargo, “sí ha habido una disminución”… ehhhh, pero después admitió que mientras unos delitos bajan, otros se incrementan, esto porque existe un “cambio en el comportamiento de las organizaciones criminales”.
Pero como no todo son malas noticias, el presidente llevó su regalo de reyes al mencionado estado y promovió una aplicación con la que la población podrá localizar de volada un hospital, esto en caso de recibir un balazo, ser navajeado… o cualquier otra emergencia: RadarCiSalud.
Además, inauguró varios hospitales en la región, uno de los cuales tardó en construirse cinco años, pero que ahora podrá dar servicio a casi medio millón de derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).