O mejor preocúpate… Depende con que enfoque lo veas, pero así fue: hasta el propio presidente de la República, Felipe Calderón, probó el amargo sabor del rechazo de algunas instituciones de educación Superior del país.
Quizá para darle “ánimos” a los millones de chavos que por desgracia no alcanzaron lugar en la Universidad, el jefe del Ejecutivo se ánimo a “descubrir” parte de su pasado estudiantil, y es que ahí donde lo ven, el mismísimo presidente no consiguió ingresar ni a la UNAM ni a la Universidad Michoacana.
Primero intentó estudiar Derecho en la UNAM, muy aplicado hizo su examen y toda la cosa, pero fue rechazado, luego aprovechando que el bachillerato que cursaba estaba incorporado a la Universidad Nacional decidió otra vez solicitar un lugar, “Y, nuevamente fui rechazado. Esta vez, por sobrecupo (…) y el pase automático que (…) hacía que tuvieran prevalencia los egresados de la UNAM en el DF sobre cualquier otro egresado de preparatorias en el país, cualquiera que fuese su promedio”, señaló el ardido presidente. Y ya por último probó suerte en la Universidad de su tierra natal, y ahí menos lo quisieron, ya que según comentó, “sólo admitía a los egresados de sus bachilleratos.
¿Pero desistió el ahora mandatario de la nación?, no. Ya por último y muy decidió aflojó un poquito de billete y mejor se fue a estudiar a la Escuela Libre de Derecho, donde conoció a su esposa Margarita Zavala que –por cierto- hoy cumple años.
Y pues quién sabe cómo tomaron lo anterior los chavos que fueron rechazados de instituciones públicas en el DF, pero este miércoles –y muchos otros días- se han manifestado para exigir espacios para continuar con sus estudios.
¿Qué, no quieren ser como el presidente?
