El frontman de una de las bandas alemanas más reconocidas a nivel internacional, parece que necesita cambiar la forma de ganarse la vida, ya que en entrevista con el diario Süddeutsche Zeitung, ha declarado su odio a los altos decibeles.
Quien haya asistido a uno de los demoledores conciertos de Rammstein, sabrá que los oídos resultan algo afectados después de sus sesiones de buena música. Obviamente los fans lo agradecen y repetirían la ocasión las veces que fueran necesarias para saciarse o quedar sordos, lo que ocurra primero.
Por lo anterior parece algo raro o “masoquista” -como el propio Till Lindenmann dice- el exponerse al ruido, ya que el vocalista ha declarado “Odio el ruido. Odio el parloteo… Por eso tengo que protegerme. El ruido te vuelve loco, te mata”.
Con lo dicho por Lindenmann, ahora comprendemos los guamazos que se da con el micrófono en el escenario y el registro de su voz… imaginamos que dar un concierto para él es como estar estreñido en el baño.
Pero se agradece su música, no importa de dónde provenga la inspiración… algo rara ella si vemos las letras de sus canciones y los videos que han sacado: “Pesco, cazo, miro el lago… De noche duermo en el bosque y observo. Escucho la naturaleza. Lo que se escucha de noche en el bosque es maravilloso, indescriptiblemente bello”… ahhhhh, ternuringa.
