Hasta ahora la relación entre Twitter y el grupo de activistas Anonymous había sido más o menos respetuosa, sin embargo, esta red social podría ser boicoteada el día de mañana debido a su decisión de censurar contenido en algunos países del mundo.
Este fue el anuncio hecho por Twitter que desencadenó la polémica.
“Desde hoy, nos proveemos de la capacidad de bloquear de forma retroactiva contenidos en un determinado país. A medida que nos expandimos internacionalmente, tendremos presencia en países que tienen distintas concepciones sobre los contornos de la libertad de expresión”.
De inmediato surgieron una inmensa cantidad de reacciones y opiniones al respecto en donde la idea predominante es que Twitter cedió a las intenciones de censura de varios gobiernos que se dieron cuenta (un poco tarde) del potencial social que los usuarios de esta red social podían alcanzar, y que tiene su mejor ejemplo en la llamada primavera árabe.
En la revista TechCrunch ven la decisión de Twitter como algo esperado: “Desafortunadamente, es un paso lógico para una plataforma que desea ser aceptada en todo el planeta. Algunas compañías se ven obligadas a hacer serias concesiones en su forma de hacer negocios para satisfacer los caprichos de hombres de negocios, policía secreta y líderes religiosos. Twitter acaba de hacer una de estas concesiones”.
Los activistas de Anonymous cuestionan la ética de una empresa en la que ahora invierten magnates de Arabia Saudita. Bajo el hashtag #TwitterBlackout pondrán en marcha una iniciativa en la que se pide que el próximo 28 de enero se realice un apagón en Twitter como protesta.
Así las cosas en las web wars… ¿ustedes se unirán a la protesta y dejarán de tuitear mañana?