Lo que tuvo que ser un viaje seguro se convirtió en una estadística más de inseguridad en CDMX. Esta vez, la historia la contó Andrés Graff, usuario de Uber quien en la madrugada del sábado pasado fue víctima de un secuestro exprés en el Estado de México.
¿Qué sucedió?
De acuerdo con BuzzFeed News, Graff salió de un bar en la Condesa y pidió un Uber para llegar a casa, en la colonia Modelo Pensil.
Y como Andrés ha sido un usuario recurrente de este servicio, subió al auto sin mayor preocupación. Luego, el chofer le ofreció una botella de agua, Andrés la aceptó y fue ahí cuando comenzó el bloqueo, pues después de beber el agua, él perdió el conocimiento para que diez horas más tarde se diera cuenta de que había sido secuestrado, golpeado y abandonado en el Estado de México —de manera precisa, en Tultitlán—.
Al despertar y darse cuenta de lo que había sucedido, Graff pidió prestado un celular, llamó a su pareja y, finalmente, fue llevado a la Cruz Roja.
“El horror de no poder contactar a nadie, de no recordar un teléfono o conseguir algo para poder hablar con mi novio es una de las únicas cosas que recuerdo. Una persona pudo ayudarme y fue así como lo contacté“, contó en su cuenta de Twitter.
Yo soy un usuario de diario al menos dos veces. Me ofrecieron la botella de agua regular de siempre y mi examen toxicológico en el hospital marca una combinación de tres ansiolíticos.
— Andrés Graff Navarro (@andresgraff) 30 de julio de 2018
En Twitter, Graff también explicó que justo en el hospital levantó la denuncia: “estoy esperando la ratificación de esa denuncia con el MP“. De acuerdo con su examen toxicológico, el resultado marcó una combinación de tres ansiolíticos.
La postura de Uber
En un comunicado, la empresa en México dice lo siguiente:
“Respecto a los hechos reportados por Andrés Graff el día domingo 29 de julio, confirmamos que de acuerdo a la información que tenemos, el usuario no abordó el vehículo solicitado a través de la app de Uber en el día y hora señalados.”
“El socio conductor asignado canceló el viaje minutos después de que Andrés no se hiciera presente. Incluso, inició un nuevo viaje de forma inmediata, completándolo sin inconveniente”.
“Desde que tuvimos noticia de este lamentable suceso, activamos nuestros protocolos de respuesta, que incluyen desactivar las cuentas de las personas involucradas de manera preventiva, de forma que no puedan ser utilizadas para fines distintos a los debidos. Igualmente, hemos estado en contacto con Andrés para conocer su estado, recabar información y, posteriormente, reactivar su cuenta una vez que validamos lo anterior”.
“Esta información ya ha sido compartida con Andrés. De cualquier forma, reiteramos nuestra disposición para colaborar con las autoridades en las investigaciones, en caso de ser requerido.”
Evitar patrones de robo
Sin embargo, Craff compartió su historia para evitar que continúen estos patrones de violencia y robo contra los usuarios, pues más allá de sólo quejarse de la aplicación, está el hecho de prevenir y activar protocolos de seguridad para los viajeros:
“Uso este medio no para quejarme con la app sino para infundir cautela en el uso de la misma, y reconocer patrones que pueden resultar en accidentes de este tipo“.
Uber me contacto directamente y está haciendo revisión de mi caso según correos electrónicos y llamadas telefónicas. Espero no se quede sólo en eso.
— Andrés Graff Navarro (@andresgraff) 30 de julio de 2018
Una vez que le informaron a Andrés Graff que el auto que abordó no pertenecía a Uber, entonces la duda cambia de enfoque y termina en los datos personales.
“¿Cómo consiguió esta información? ¿Fue la aplicación hackeada? ¿El conductor que canceló el viaje esta coludido con que me secuestró y abandonó? ¿Están mis datos y los de todos los usuarios de UBER seguros?”, le decía Graff a Buzzfeed News.
“Si bien no es responsabilidad de la plataforma monitorear automóviles que no están registrados con ellos; sí son responsables de mi información, que en este caso fue usada para cometer un hecho ilícito que puso en riesgo mi integridad, patrimonio y salud”, agregaba Andrés.