Gracias a Dios no inventaron esto cuando estudiaba la secundaria, pues seguramente no me la hubiera pasado tan bien (ni hubiera reprobado tanto). Resulta que las autoridades de una ciudad brasileña anunciaron que los estudiantes mayores de 14 años usarán los llamados “uniformes inteligentes”.
¿Y qué carajos es eso de uniformes inteligentes?
Pues un microchip integrado en las camisetas que permitirá detectar si los ‘chilpayates cariocas’ abandonan la escuela antes de que termine su horario de clases, o incluso si llegan tarde. De ocurrir, el chip enviará un mensaje directamente a los padres.
Tssssss… ¿y la bonita tradición de irse de pinta?
Esta medida será aplicada en la ciudad de Vitoria da Conquista, en el estado de Bahía, y según las autoridades, ayudará a mejorar la relación entre padres y profesores.
¿Y no se les ha ocurrido que los angelitos le pueden sacar el chip a la camisa o de plano quitársela? Si podemos cambiar los chips de los celulares, por qué no hacerlo con los uniformes.
Ya me imagino…
-Oye Petronilo, voy a llegar tarde, llévate mi camisa y al rato me la das.
En fin, serán unos 20,000 estudiantes los que usarán estos uniformes inteligentes, que por cierto costarán unos US$700,000. El dinero será financiado por el gobierno local. ¡Pa’ que vean que no nada más en México se nos da eso de malgastar el presupuesto público.
Los uniformes serán confeccionados por Camacho Sport, empresa española que conjuntamente probará la misma tecnología en una escuela de Huelva, en Andalucía. El dichoso microchip podrá ser lavado y planchado sin que se dañe.
Coriolano Moraes, director educativo de la ciudad decidió incorporar este tipo de ropa debido a que muchos padres no estaban al tanto de que sus hijos se perdían clases en la escuela.
Contrario a lo que podría pensarse, esto no es nuevo. Una tecnología similar es usada desde el 2005 en el Charter School de Buffalo, en Nueva York y la Brittan School de California. El Instituto Hungerhill en Reino Unido comenzó a usarlos en el 2008.
¡No es mala idea para los diputados!
***Vía BBC Mundo