Lo que necesitas saber:
La vaquita marina sigue en peligro de extinción pese a que México tiene leyes para protegerla. El último reporte internacional señala que quedan menos de 10 vaquitas marinas.
Quedan menos de 10 vaquitas marinas en México. Y eso pone al gobierno mexa en turno —o sea, al de Claudia Sheinbaum— en el centro porque la desaparición de la vaquita está ligada, en parte a la falta de aplicación de sus propias leyes para cuidarla.
Así lo ha señalado un informe de la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) —que es una organización en la que trabajan los gobiernos de Canadá, Estados Unidos y México como socios del TMEC en temas ambientales.
Este informe no es cualquier cosa porque —además de señalar al gobierno mexicano—, enlista las fallas para proteger a la vaquita marina o cochito (phocoena sinus), uno de los mamíferos marinos más amenazados en el mundo.
5 fallas de México para evitar la desaparición de la vaquita marina
Antes de irnos con las fallas detectadas por el informe de la CCA, les contamos un poco de la situación de la vaquita marina y cómo llegó a estar en peligro de extinción.
Todo está relacionado con las actividades humanas en la explotación de los recursos de la biodiversidad marina.
Sí, a través de la pesca ribereña y de altura —legal e ilegal— de la totoaba (un pez cuya especie es endémica de México y también está en peligro de extinción) y el uso de las redes agalleras o de enmalle en el Golfo de California.
La pesca de la totoaba ha impactado —de manera directa— en la vaquita marina y su supervivencia.
Sabemos que todo se detonó por las actividades pesqueras en el Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, en la década de los años 40 del siglo XX, cuando la pesca de la totoaba atrajo a una industria que no se detuvo y barrió con este pez y la vaquita marina.
De hecho, la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), cuenta que se llegaron a capturar hasta 10 vaquitas marinas al día a inicios de los 70.
27 años después, el tamaño de la población de la vaquita marina disminuyó a los 567 y en 2015 llegaron peores noticias, cuando se estimó la población en sólo 59 ejemplares. Se trató de una disminución del 90% en 19 años.
Y, pese a las alertas, la disminución sigue constante. Chequen el informe de la CCA, que señala que de las 10 a 13 vaquitas marinas observadas en 2023 quedan entre 6 y 8 ejemplares. ¿Qué ha fallado? Entre otras cosas, la aplicación de las propias leyes mexas.
La pesca con redes fantasma
En 2017, el gobierno de México —en ese entonces con EPN a la cabeza— anunció la prohibición del uso de redes de enmalle para la pesca porque, como ya vieron, representa un alto riesgo para muchas especies marinas, entre ellas, la vaquita marina (también especie endémica o única de nuestro país).
Sin embargo, a pesar de esta prohibición, la CCA detectó que la pesca con redes de enmalle sigue sin control, ahora fuera de la zona de tolerancia cero, donde se resguarda a la vaquita marina.
Antes de seguir avanzando, les contamos que existe una zona de refugio para la protección de la vaquita marina que es nada más y nada menos que el Alto del Golfo de California —donde habita esta especie.
También existe una Zona de Tolerancia Cero que podemos verla como una subsección de la Zona de Refugio.
La diferencia es que en esa área está completamente prohibida la pesca —y es vigilada por la Marina y organizaciones civiles.
Y en cuanto a las redes de enmalle o agalleras son peligrosas porque suelen ser abandonadas en el mar, pero aun así siguen matando a las especies —tortugas marinas, cetáceos o tiburones—, al quedarse atrapadas y lesionadas. Por esa razón se les conoce como “redes fantasma”.
Actividades pesqueras en los mismos niveles
En 2020, México intentó avanzar en la protección de la vaquita marina ahora con la prohibición de distintas técnicas de pesca.
Sin embargo, como sucede con el uso de las redes de enmalle, estas técnicas siguen niveles similares antes de la prohibición —y sobre todo, están enfocadas en la captura de camarón y… totoaba.
Detener al crimen organizado
Existe una “insaciable” demanda de buche de totoaba que incentiva su captura ilegal —y de paso impacta en la vaquita marina.
Sin embargo, la bronca en México es que las autoridades mexicanas ni sus socios comerciales —a.k.a Estados Unidos— se aplican en las detenciones de estas redes de tráfico de partes de totoaba.
Falta de alternativas para los pescadores
Dentro de la pesca legal, la CCA señaló que los pescadores locales no cuentan con redes alternativas para seguir con sus actividades y las que les han indicado usar, dicen los pescadores, “no tienen el mismo nivel de captura”.
24 horas de vigilancia y las vedas
Los pescadores suelen evadir las vedas para pescar dentro del hábitat de la vaquita marina.
Y no sólo eso, envían las capturas —ya ilegales— para que sean procesadas en otras regiones, lo que supone una cadena de ocultamiento de la pesca ilegal en el hábitat de la vaquita marina.
A eso súmenle que no existen o no se aplican las medidas de control y vigilancia durante las 24 horas del día, lo que permite tanto a traficantes barrer con las especies o a los pescadores locales, saltarse las reglas.
Acá les dejamos el informe de la CCA para que le echen un ojo a detalle sobre las omisiones, simulaciones o falta de aplicación de las leyes señalados por este grupo internacional y mientras el gobierno de México dice que ha avanzado en la protección de la vaquita marina.
