La semana pasada les mostramos un gol en la Tercera División de Alemania que parecía una jugada de futbol americano. Pues les traemos su contraparte y no es exactamente un touchdown con toques de futbol, sino sólo una jugada en particular que los hará decir ¡órale!
Fíjense sopicuates, que en un partido de tocho colegial entre Rice y Houston, el pateador de los primeros, debía hacer una patada corta (de esas que deben cruzar diez yardas para intentar recuperar el balón), esa jugada era clave, pues significaba la ÚLTIMA posesión del partido.
Y este muchacho llamado Chris Boswell se aventó una jugada de fantasía ¡pero de futbol! Sin pena ni temor a Dios, este pateador se sacó de la chistera una rabona (tal como leen) y así realizó la patada corta.
(Por si no la identifican, esta es la Rabona)
Y ahora que saben de qué se trata este movimiento, les presentamos la ¿desfachatez? ¿lujo? ¿recurso? de este pateador:
Su línea defensiva cumplió su trabajo al recuperar el balón y permitir una ofensiva más; sin embargo, no pudieron anotar y perdieron el partido 31-26. Seguramente al final del partido Chris Boswell se acercó a sus compañeros y les dijo: “¡Ya ven, me rompo la madre cara haciendo una patada espectacular y ¿para qué?!”
¿Qué tal?