Olviden que un tatuaje es para recordar algo especial, hacer un homenaje o simplemente para verse interesante o “peligroso”… este chavo lo que quiere es ser cotorrón.
Un jovenazo noruego decidió tatuarse en el brazo el símbolo de su gusto por la comida chatarra, por lo que ahora tiene grabado un recibo en el que consta todo lo que se empacó en un McDonald’s.
Para decidir tal cosa, Stian Ytterdahl –nombre del nuestro héroe- encontró inspiración mientras se encontraba en una sucursal del célebre restaurante de comida rápida…además de que sus amigos decidieron que tenía que ser castigado debido a que no se le ve que sea muy habilidoso con las damas (aunque con esto no se le augura más éxito).
“Cuando estábamos en el restaurante el lunes me dijeron que me tenía que tatuar una Barbie en el trasero o el recibo en mi brazo (…) es divertido pensar que tengo un tatuaje que nadie ha visto antes. Incluso tiene la hora y fecha”, señaló el cábula noruego.
En el tatuaje, además de verse el logotipo de la empresa, se alcanza a distinguir la lista de lo que usualmente se refina junto con sus amigos en una sentada en el popular local: tres hamburguesas con queso, una Coca y un heladito.
Por el lado familiar, esto obviamente no le agradó a sus padres: “recibí un correo de mi padre diciéndome ‘¿qué demonios has hecho, crees que vas a venir a casa con eso?’”, comenta Stian, quien a raíz de su tatuaje a tenido un distanciamiento con su madre.
Sin embargo, lo anterior parece no importarle al chavo de 18 años, además de valerle cualquier tipo de consecuencia que este tatuaje tenga: “Creo que es sólo diversión. Tal vez no lo será cuando tenga 50 o 60 años, pero es mi elección”.