Mientras en la Ciudad de México unas lluvias medio extrañas nos recuerdan aquel refrán que se burlaba de la locura de febrero, a la ciudad de Nueva York le cayó una nevada tamaño industrial que, además de un estado de emergencia, la transformó en el paisaje perfecto para una de esas películas romanticonas… o para llenarse de lodo en unas cuantas horas.
Y todo gracias a la reciente Tormenta Orlena que viene acompañada de temperaturas gélidas, un friego de nieve y con bastantes incomodidades.
Eso sí, esta tormenta invernal no solo está impactando la ciudad de Nueva York.
Se espera que las fuertes nevadas pinten de blanco el estado de Pennsylvania, Nueva Jersey y que lleguen incluso a la zona de Nueva Inglaterra. Las alarmas se han prendido también en los Apalaches y prácticamente en todo el noreste de Estados Unidos. De acuerdo con el Weather Channel se esperan más de 30 centímetros de nieve.
El aeropuerto LaGuardia, en la ciudad de Nueva York, tuvo que frenar operaciones por un rato ya que se cubrió por una capa gélida superior a 9 pulgadas —22 centímetros para las personas razonables.
Se espera que la Tormenta Orlena sacuda la movilidad durante toda la próxima semana.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, envió un mensaje serio sobre la situación de la tormenta en la que le recordó a los ciudadanos que no es una nevadita cualquiera. “Quédense en casa. Más de 44 condados están en estado de emergencia. Es una tormenta peligrosa”, escribió el mandatario local.
De paso, anunció que se iba a suspender el Metro, los camiones estaban circulando a medias y esta misma tarde los trenes terminarían sus operaciones.
A la distancia, las fotos de Nueva York están muy chulas, pero la Tormenta Orlena ha sido catalogada como peligrosa.
