Lo que necesitas saber:
México está listo para la fiesta del Mundial y, a su vez, marcado por una crisis que duele bajo el escenario.
México será sede del Mundial como una potencia capaz de recibir al mundo, pero al mismo tiempo carga cifras de violaciones a derechos humanos que lo colocan al nivel de países en guerra como Afganistán, Sudán o República Democrática del Congo; y esa es la ironía: un país listo para la fiesta, pero marcado por una crisis que duele bajo el escenario.

Mundial México 2026, la paradoja:
México no sólo está reprobado respecto a la adhesión al estado de derecho, sino también presentó una tendencia a la baja en esta materia durante el 2024 al descender dos posiciones respecto al año anterior y ocupar el lugar 121 de una lista de 143 países, reconoció The World Justice Project.

Según el Índice de Estado de Derecho 2025, realizado por esta agrupación global, nuestro país tiene una calificación de 0.41, donde 1 significa una adhesión fuerte al estado de derecho y .00 un apego nulo; prácticamente es como si fuera una calificación escolar de 10 a cero.
CDMX
Esta medición no sólo califica y compara países. También lo hizo entre entidades locales mexicanas, por lo que en los estados que serán sedes mundialistas se encontró que CDMX tiene una evaluación de adhesión al estado de derecho de 0.37.
En aspectos como Ausencia de Crimen o si La policía y el ministerio público investigan los delitos de manera eficaz fue de 0.17.
Jalisco
Por su parte, Jalisco recibió una calificación de 0.38 de apego al estado de derecho y en categorías como La policía y el ministerio público investigan los delitos de manera eficaz fue de 0.18.
Respecto a Los sistemas de procuración y de impartición de justicia son expeditos y eficaces fue de 0.21.
Nuevo León
El puntaje para Nuevo León es de 0.43 de manera general y las categorías más bajas apuntan sobre si Los organismos de fiscalización y control son un contrapeso eficaz del gobierno estatal con 0.27.
Ausencia de homicidios con 0.25 y a si Las personas pueden resolver sus problemas legales fácilmente y sin altos costos ni procesos burocráticos con 0.31.
Para dimensionar desde otro ángulo el contexto
Hay países con inestabilidad política, económica y social derivados de conflictos armados como Afganistán, que fue evaluado con 0.31, así como República Democrática del Congo y Sudán que ambos puntuaron 0.34.

Crisis de la protección y respeto a los derechos humanos
La fotografía cambia de escala cuando se mira desde la óptica de Jacobo Dayán, director del Centro Cultural Universitario; quien reconoció que México recibirá al mundo en medio de la peor crisis de respeto a los derechos humanos en décadas.
“Será la fiesta mundialista en un país de fosas y asesinatos”.
Para el experto en justicia transicional el problema no es sólo la magnitud de la violencia, sino la manera en que el Estado la maquilla, porque mientras el gobierno presume reducciones en homicidios en realidad la curva real no está bajando y lo que está cambiando son las categorías, no los hechos.

Es decir, según cifras oficiales se ha observado un crecimiento desproporcionado en homicidio culposo, como si en México hubiese estallado una epidemia de atropellamientos, explicó el investigador.
Dayán añadió que la autoridad ha creado rubros ambiguos como “delitos contra la vida” o como la categoría, todavía más inquietante, de “muertes violentas por causa no identificada”, donde también se identifican crecimientos irregulares en la estadística.
“La violencia sigue ahí. Los homicidios siguen ahí. Lo que baja es la voluntad del Estado de llamarlos por su nombre”.
Desapariciones en México
Para Dayán, el fenómeno de las desapariciones es una herida que no deja de crecer y preocupar y que, al analizarlas por edad y género, los patrones se vuelven aún más reveladores.
Por ejemplo, entre los hombres desaparecidos predominan jóvenes de 15 a 30 años, lo que apunta a la hipótesis de reclutamiento forzado para servir de “halcones”, de mano de obra para producción criminal o narcomenudeo, explicó.

Respecto a las mujeres, dijo el activista, el patrón se desplaza a otro terreno igual de brutal, pues la mayoría de las desaparecidas tiene entre 10 y 24 años y la sospecha recurrente, basada en investigaciones independientes y testimonios, conlleva a trata sexual.
A todo esto, también se suma un grupo que queda completamente fuera de la estadística: las personas en movilidad, pues la desaparición de migrantes muy difícilmente se denuncia, por lo que no se registra y su rastreo es imposible.
“Ahí hay un limbo absoluto. Son desapariciones sin nombre, sin expediente”.
Pero el fenómeno no se limita a jóvenes vulnerables
Jacobo Dayán recordó trabajos periodísticos que han documentado desapariciones vinculadas a extracción y venta de órganos en el mercado negro, así como aquellas que siguen la lógica de una economía criminal que también necesita profesionistas.
Dicho de otra forma: han desaparecido ingenieros, expertos en telecomunicaciones, médicos, químicos, incluso perfiles ligados a agricultura y logística.
Profesiones clave para la cadena de producción y crecimiento del crimen organizado.
En otro nivel del análisis, Dayán lanzó una crítica más amplia hacia la actitud de la FIFA al organizar los campeonatos en países con graves violaciones de derechos humanos.

Como se vio en Qatar 2022, un hecho que no es contemporáneo, pues también recordó la copa Argentina 1978, que se realizó en plena dictadura y con centros clandestinos de detención a pocos kilómetros de los estadios.
“La FIFA ha hecho torneos en el infierno muchas veces”
Por lo anterior, el experto reconoció que “elegir a México es elegir un país con crisis de justicia o elegir a Estados Unidos es elegir un país donde se ha normalizado una cacería de migrantes y donde líderes políticos abiertamente respaldan lo que organizaciones internacionales califican como violaciones graves a derechos humanos, como ocurre con el caso de Gaza”.
La crítica no va sólo hacia las instituciones, sino también hacia los medios de comunicación y la afición, ya que la discusión no es solamente sobre políticas públicas o decisiones deportivas, sino sobre la falta de empatía, dignidad humana y la capacidad colectiva de reaccionar.
Jacobo Dayán recordó la célebre advertencia del pastor alemán antinazi Martin Niemöller, quien escribió:
“Primero vinieron por los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío. Luego vinieron por mí… y no quedó nadie para decir nada”.
Defensorxs: México ocultaría su crisis
Más allá de los indicadores institucionales, lo cierto es que también la defensa del estado de derecho se juega desde la sociedad civil y una de esas trincheras es Defensorxs, A.C; la organización presidida por Miguel Alfonso Meza, abogado experto en anticorrupción.
Meza contó para Sopitas.com que su vocación nació cuando conoció la investigación periodística ‘La Estafa Maestra’:
“Me marcó ver cómo el periodismo evidenciaba lo que el Estado no quería ver, me hizo entender que había que hacer algo desde fuera”.
A partir de esa inquietud, el también activista fundó en compañía de otros colegas la agrupación que dirige, donde combina investigación y litigio para confrontar decisiones que afectan derechos, transparencia o a las víctimas.
Uno de sus trabajos más recientes fue una investigación nacional sobre las candidaturas al Poder Judicial, donde analizaron perfiles en todo México y encontraron tres categorías: candidaturas altamente riesgosas, moderadamente riesgosas y sin riesgos.
Entre las primeras detectaron vínculos con el narcotráfico, redes clientelares y, en algunos casos, conexiones con La Luz del Mundo.
“Esto no es cosa de un partido; es de todos los partidos y de todos los niveles”.
Defensorxs, A. C. también ha estado presente en episodios recientes de represión, pues acompañaron a jóvenes detenidos arbitrariamente durante la marcha del 15 de noviembre en CDMX, documentaron irregularidades y ofrecieron apoyo legal.
Para el experto en litigio estratégico la raíz del problema es estructural: “Desde que tengo uso de razón, México vive en crisis, no es algo nuevo ni pasajero, es la normalización de lo inaceptable”.
El Mundial en México en un “ciclo permanente de deterioro”
Por eso, más que hablar de una “crisis”, Miguel Alfonso Meza prefiere hablar de un ciclo permanente de deterioro donde la justicia, seguridad y verdad operan como excepciones y no como reglas.
En ese contexto, la llegada del Mundial 2026 coloca un reflector excepcional sobre México, dijo Miguel Alfonso, pues reconoció que podría ser una oportunidad de visibilidad para evidenciar lo que está pasando.

Aunque también teme lo contrario, es decir, la construcción de una burbuja oficial diseñada para tapar la violencia, la impunidad y las desapariciones durante la temporada mundialista.
Le preocupa que —en ese intento por controlar la narrativa— el Estado profundice las simulaciones y silencie a quienes documentan lo que ocurre, por ello insistió en que la responsabilidad recae en la sociedad civil, periodistas, ONG, activistas y, especialmente, las mujeres que sostienen las búsquedas, las denuncias y la memoria de los ausentes.
“No podemos permitir que el Mundial tape lo que vivimos todos los días, esa es nuestra tarea”.
“¡Cuidado donde pisan!”
A unos metros del Estadio Akron, una de las sedes del Mundial de 2026, se encontraron fosas clandestinas con bolsas de restos humanos.
El Akron se presenta como “un ícono de innovación, energía y sostenibilidad“, con capacidad para más de 46 mil personas y es considerado uno de los estadios más modernos de América Latina.
Pero sus alrededores cuentan otra cosa: una historia siniestra, macabra, hundida en la violencia, donde la modernidad convive con restos humanos enterrados en silencio, dijo Cecilia Flores, fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora.
Es en ese contraste de fiesta global, pero con la tierra removida por las búsquedas, donde la voz de Ceci —como le llaman los cercanos— retumba, incomoda y sacude el debate público pues desde hace 10 años busca a sus tres hijos desaparecidos.
Y aunque a ellos no los ha encontrado, sí lo ha hecho para más de 3 mil cuerpos.
Para la activista cada hallazgo duele como el primero, no se siente menos, no cambia, todo tiene un significado profundo: dolor, impotencia, injusticia.

Cecilia ha pasado una década cavando con sus propias manos lo que el Estado no ha querido escarbar, buscando lo que las instituciones se niegan a buscar.
Sosteniendo, junto con cientos de madres, una lucha que debería corresponder al gobierno y que recae —día tras día— sobre mujeres sin recursos, sin apoyo y, muchas veces, sin protección.
En estos años ha vivido amenazas de muerte constantes: de ciudadanos que las calumnian, de autoridades que las señalan y del crimen organizado que controla los territorios donde ellas entran para recuperar a sus hijos.
“Nos amenazan todos: los cárteles, los gobiernos, y también la propia gente. Pero las madres buscadoras no podemos abandonar la lucha”, dice con una voz que nunca se quiebra del todo.
“Jalisco no es un destino turístico”
La madre buscadora también ha sido testigo de cómo otras como ella —madres buscadoras— han muerto, algunas porque la salud se les agotó en el camino y otras porque han sido asesinadas, vidas arrebatadas por la misma impunidad contra la que luchaban.
Ceci, del otro lado del teléfono, contó haber ido a visitar a la Virgen, pues en la fe ha encontrado el consuelo negado por el Estado.

También platicó que está “guardada” temporalmente por su salud, para tomar un aliento y porque está por someterse a una cirugía de vesícula.
Un respiro necesario después de 10 años, pero incluso, desde ese paréntesis mantiene firme su denuncia: que un país con este nivel de violencia se prepare para organizar el Mundial “como si nada” es —para las familias de desaparecidos— una burla.
“Jalisco es un panteón clandestino, no un destino turístico, eso deberían saber los que vengan al Mundial”.
Para ella, el Mundial no es una fiesta, es un recordatorio del país que existe bajo la alfombra, ese México que se quiere ocultar con estadios, espectáculos y discursos; mientras las madres buscan solas entre amenazas, fosas y tierra removida.
“Que tengan cuidado donde pisan, porque debajo hay cientos de personas que todavía esperan ser encontradas”.

