Mientras se disputaba un partido de la Liga Nacional de Honduras, el árbitro decidió expulsar al portero del Marathon por tocar el trasero de un delantero que no pudo concretar una jugada de gol para la Real Sociedad.
Henry Martínez persiguió una pelota perdida para ejercer presión sobre Junior Morales, el guardameta tomó el esférico entre sus manos y como suele suceder en las canchas de todo el mundo, este tocó el trasero del rival como para alentarlo. Normal, ¿no?
Manuel Zelaya, quien era el central de ese encuentro, tomó dicha acción como antideportiva y de inmediato expulsó al arquero, quien indignado comenzó a recriminar lo sucedido. Acto seguido sus compañeros siguieron con la moción y al final se retiraron del campo:
El juego quedó empatado a un gol, ya que los once jugadores se fueron a los vestidores y no salieron más. El central no cambió de opinión y el Marathon ahora apelará ante la ley dicha situación.