“Bienvenidos a Fortaleza, la ciudad de la felicidad” dicen los pendones colocados en la avenida Beira Mar, donde se actualmente se hospeda la selección nacional.
¿El problema? Es que con los resultados obtenidos es justamente el Tri quién parece haber perdido toda ‘felicidad’ al grado, que comenzamos a creer que el verdadero origen del diseño del emblema oficial del mundial de Brasil 2014, fue más o menos este:
No han sido fáciles las últimas horas para nadie. Mientras las calles de Brasil siguen siendo escenario de diversas protestas sociales que seguramente llegarán el día de mañana hasta las puertas del Estadio Castelao, el desasosiego sigue reinando al interior de la selección mexicana, bajo la consigna de que si mañana no logran rescatar algún punto del partido contra Brasil, estarán prácticamente eliminados de la Copa Confederaciones y con la presión a tope de cara a los últimos juegos del hexagonal final de la Conacaf rumbo al mundial del 2014.
Sin embargo, Chepo de la Torre saca el pecho y llama a sus muchachos a ponerse las pilas para el partido de mañana:
“No nos habían tocado muchas adversidades en el proceso, pero también es momento de sacar la casta. Somos un equipo muy aguerrido que siempre buscamos ganar al rival que sea y en la competencia que sea.”
Tras un ligero entrenamiento, que por cierto tuvo que ser abandonado por Aldo De Nigris debido a una molestia en la rodilla, el Tri cerró su preparación para lo que supone ser uno de los partidos más importantes del proceso de José Manuel de la Torre.
Por su parte, la selección brasileña se nota relajada, sabe que tiene todo a si favor no sólo para derrotar mañana a los mexicanos, a quienes tan sólo ha podido vencer en cuatro de sus últimos once enfrentamientos, sino también para llevarse una Copa Confederaciones que ha sido el escenario perfecto para que el pueblo brasileño muestre su descontento ante las recientes políticas públicas de su gobierno.
“Nosotros también somos pueblo” dice Luis Felipe Scolari, técnico de la selección brasileña cuando se le pregunta sobre las manifestaciones que han copado las principales calles del país. “Es normal que en una democracia se acepten toda clase de manifestaciones y esperamos que estas sean tomadas en cuenta por el gobierno.”
Mientras tanto, el estadio Castelão, recién remodelado para albergar tres partidos de esta Copa Confederaciones, última sus trabajos para abrir mañana sus puertas. La polvadera suele dificultar la visión de la majestuosa estructura desde las carreteras aledañas, y es que, según nos contaba un taxista, hace apenas mes y medio, los accesos para llegar a este estadio consistían en una carretera de dos carriles. Hoy la misma carretera, cuenta con ocho carriles, cuatro de ida y cuatro de vuelta. Sin embargo, es evidente que una sede como Fortaleza no está lista para albergar un evento de gran magnitud, y es que por ejemplo, ayer por la noche una gran parte de la zona hotelera se quedó sin internet al colapsar los servidores de la región, debido a la demanda de conexiones.
Aquí les dejamos nuestro breve recorrido por el interior del Castelao, previo al México vs Brasil.
Mientras tanto, los canales de televisión muestran, además de las tan comentadas protestas, el “Quadradinho de Oito” que supone ser el baile ‘no oficial’ para el mundial del próximo año. ¿quién se apunta?
