Lo que necesitas saber:

El mayor protagonista de la Copa del Mundo es también uno de los más recordados y esta es la historia de todos los balones del Mundial.

Todos tenemos recuerdos de los mundiales, ¿no? Desde jugadores icónicos, partidos memorables, uniformes o mascotas. Aunque no es lo único. Uno de los grandes recuerdos —sobre todo para los coleccionistas— son los balones oficiales del Mundial.

Ya sea los recuerdos del Jabulani que se movía como si tuviera pulgas o las versiones mini que más de uno tiene de adorno de lujo, sabemos que la pelota es una parte esencial de la fiesta de cada cuatro años.

Si quieren aventarse una caminata por el callejón de los recuerdos, o nomás ver si ustedes también tienen todos en la memoria, esta es la lista de todos los balones oficiales de la historia del Mundial.

Recordando todos los balones en la historia del Mundial

Antes de la estandarización o los diseños pensados, no existían balones oficiales del Mundial. En lugar de eso, cada país sede decidía con lo que tuviera cerca.

Uruguay 1930 y la polémica de dos balones

La final del Mundial de 1930 es un partido legendario en el que muchas personas culpan al balón. Argentina presentó el modelo Tiento para la primera parte. En la segunda mitad Uruguay llevó su propio balón, llamado Modelo T con el que metieron tres goles para ganar el partido.

El Modelo T de Uruguay 1930 // FIFA

Federale 102 en Italia 1934

Un balón de cuero. El Federale 102 era duro como el demonio. Formado por 13 paneles distintos en una fábrica italiana. Tenía una curiosidad: por primera vez en la historia, las agujetas eran de algodón para que pudieran dar cabezazos sin arriesgar la mollera.

Federale 102 de Italia 1934 // Foto: FIFA

Francia 1938 y el balón Allen

Fabricado en Francia, este balón tiene la particularidad de ser uno de los primeros ejemplos de marketing deportivo cuando la marca Allen tenía impreso su nombre en los balones de exhibición. Curiosamente, el balón de juego era una versión distinta sin ningún nombre visible.

Balón del Mundial de 1938 con el nombre Allen // Foto: FIFA

Duplo T en Brasil 1950

Este es el incio de los balones modernos. También era conocido como SuperBall y es que el balón de Brasil 1950 era el primero del Mundial en ser lo más redondo posible, además de no tener agujetas. Se inflaba con un pivote escondido.

Una mirada al Duplo T de Brasil 1950 // Foto: FIFA

Swiss World Champion de Suiza 1954

Fabricada en el país sede —como se acostumbraba en esas épocas—, la Swiss World Champion de Suiza 1954 era un avance tecnológico construido en 18 paneles en un patrón que hasta la fecha aparece en algunos balones modernos.

Swiss World Champion, en la historia de los balones de los Mundiales // Foto: FIFA

Suecia 1958 tenía el Top Star

El balón del Mundial de Suecia 1958 tenía la peculiaridad de ser el primero en mezclarse con sustancias resistentes al agua. Además, venía en tres colores: café, amarillo y blanco. En la final —donde Pelé brilló con dos goles— se usó la versión blanca para que no se confundiera con el lodo.

El Balón de 1958 // Foto:worldcupballs

Chile 1962 con el balón Crack

Pocos balones del Mundial habían generado tanta polémica como el Crack. Como era costumbre en esas épocas, fue fabricado en Chile y tenía la máxima tecnología, así como una increíble construccón de paneles y válvulas de látex. Sin embargo, los equipos de Europa se negaron a jugar con él y llevaron 100 balones Top Star —de Suecia 1958— como sustituto que terminaron apareciendo en 10 partidos.

El bellísimo Crack de 1962 // Foto: FIFA

Challenge 4 Star de Inglaterra 66

Originalmente, el balón de Inglaterra 1966 solo se llamaba Challenge pero se conocía popularmente como 4 Star por las 4 estrellas que tenía impresas. Compuesto de 25 paneles rectangulares, la mayoría de los partidos se jugaron con su versión en color blanco. Sin embargo, el más recordado es el color naranja que emocionó la final de Wembley.

El legendario balón naranja de Inglaterra 66 // Foto:worldcupballs

La época de Adidas y los balones del Mundial

Un salto importante en la historia de los balones del Mundial llegó en esta época y es cuando la marca Adidas se convirtió en el patrocinador oficial de la Copa del Mundo. Se rompió la tradición de que cada país fabricara su propio balón.

México 1970 y el icónico Telstar

El Telstar de México 1970 es probablemente el balón más icónico en la historia del futbol. 20 hexágonos blancos, 12 pentágonos negros. Se llamaba Telstar por ser la estrella de televisión, pues prometían que se vería completamente clara en las transmisiones. Había unos balones sustitutos llamados Elstar —que eran completamente blancos— pero solo se usaron unos minutos, pues se desinflaron.

El bellísimo Telstar de México 1970 // Foto: FIFA

Telstar Durlast de Alemania 1974

No había mucho qué cambiarle a algo que funcionaba perfectamente. Entonces, para Alemania 1974 se repitieron los balones Telstar, aunque ahora le agregaron Durlast, una capa protectora contra la pintura y la lluvia que los hacía más resistentes.

El Telstar Durlast de 1974 // Foto: FIFA

Tango en Argentina 78

Otro balón precioso. Entre los balones oficiales de los Mundiales, el Tango de Argentina 78 es recordado por su nombre —una chulada referente al país sede— así como una revolución en el diseño. Usaban los mismos hexágonos del Telstar pero ahora el diseño estaba impreso por encima.

Otro de los grandes clásicos es el Tango de Argentina 1978 // Foto: FIFA

Tango España de España 82

Al principio se acostumbraba eso de repetir balones, ¿no? Y es que lo mismo sucedió en España 82 cuando el diseño de Tango quedó casi intacto. Lo que cambió fue en su construcción pues el Tango España estaba cubierto de poliuretano para hacerla más ligera y resistente al agua. Fue el último balón de cuero en la historia de los Mundiales.

Balones de los Mundiales que pocos recuerdan: el Tango España // Foto: FIFA

México 86 tenía el Azteca

Recordado con cariño en nuestras tierras, el Azteca de México 86 tenía una peculiaridad: si nos fijamos bien, es el mismo patrón que el Tango pero adornado con motivos prehispánicos. Por supuesto, este pasó a la historia como el primer balón completamente sintético de los Mundiales.

Chulada el Azteca de México 1986 // Foto: FIFA

Italia 90 con el Etrusco

Un caso similar al Azteca, el Etrusco mantuvo el patrón del Tango, pero ahora le agregaron tres leones de la antigua civilización. Una curiosidad —más del estilo de juego de la época que de las condiciones del balón— es que muchas personas lo culparon por ser el Mundial con menos goles por partido.

Italia 90 tenía el Etrusco con el patrón del Tango // Foto: FIFA

Questra en Estados Unidos 94

El último balón en la historia de los Mundiales en ser blanco y negro. También usó el patrón del Tango pero ahora le agregaron estrellas y galaxias. Su nombre, Questra, estaba inspirado en la exploración espacial. Era más liviano que el Etrusco para fomentar el espectácilo.

Las galaxias y estrellas recordadas del Questra // Foto: FIFA

Francia 98 y los colores de Tricolore

El Tricolore de Francia 98 simboliza un quiebre histórico. Es el último en usar el patrón del Tango y el primero en incorporar colores. Su diseño es bastante lindo pues agrega las turbinas de la industria eólica francesa, así como un gallo con crestas rojas.

Cuántos golazos no recordamos con el Tricolore de Francia 98 // Foto: FIFA

El Fevernova de Corea y Japón 2002

Tuvo recepciones mixtas, por todo el color casidorado en el balón. Rompió algunos paradigmas por desaparecer el patrón de Tango e incorporar un diseño completamente nuevo. Curiosamente, aunque traía un patrón triangular en el estampado, el balón tenía los hexágonos clásicos.

Fevernova de Corea Japón de 2002 // Foto: FIFA

Teamgeist en Alemania 2006

Solo tenía 14 paneles y todos recuerdan que los bloques grandes se hicieron para “nunca pegarle en las costuras” para tener mejores controles de balón. El chiste es que el Teamgeist de Alemania 2006 tenía la gracia —además— de estar completamente armado con pegamento.

Teamgeist de Alemania 2006 // Foto: FIFA

Jabulani y la pachanga de Sudáfrica 2010

Ninguno de los balones de los Mundiales son tan recordados o polémicos como el Jabulani de Sudáfrica 2010. Se presentó como una esfera prácticamente perfecta —que solo se desviaba 0.1%— , pero tenía grandes problemas para controlarse en el aire. En su diseño tenía 11 colores, como una manera de recordar los 11 idiomas de Sudáfrica y los 11 jugadores en el campo.

Brasil 2014 y el Brazuca

Obtuvo su nombre después de una votación de fans en Brasil y así fue que llegó el Brazuca inspirado en los colores de las pulseras tradicionales. Se promocionó como el balón más testeado en la historia para evitar los problemas de cuatro años antes.

Colores y fiesta con el Brazuca // Foto: FIFA

Reencarna el Telstar en Rusia 2018

Regresamos al blanco y el negro con una nueva versión de un clásico. Para Rusia 2018 se presentó de nuevo el Telstar —que conocimos en México 1970— pero con toques modernos: solo 6 paneles y por supuesto, tenía un chip con el que podías leer todos los detalles del partido con tu celular.

La reencarnación del Telstar de Rusia 2018 // Foto: FIFA

Al Rihla y el regreso de los paneles en Qatar 2022

Si en años previos la idea era recortar el número de paneles, para Qatar 2022 vimos una historia distinta: volvimos a 20 paneles. La diferencia en el Al Rihla es que la figura principal era un triángulo —que representaba las dunas de arena.

El más reciente de los balones del Mundial que conocemos // Foto: FIFA

Y ahora hablemos del Trionda del Mundial 2026

La primera Copa del Mundo en tres países distintos tiene también un diseño muy particular. El balón se llama Trionda para celebrar el Mundial 2026 en México, Estados Unidos y Canadá. Los colores tienen un poco de ambos países, con el simbolismo de los lazos de amistad en toda la región. Acá les contamos todos los detalles del Trionda.

Este es Trionda, el balón oficial del Mundial 2026 // Foto: Adidas

Los balones de los Mundiales no solo han sido piezas clave dentro de la cancha, sino también auténticos símbolos de cada torneo: desde los diseños más sencillos de cuero en los primeros años hasta las innovaciones tecnológicas con chips y materiales de última generación. Cada balón cuenta una parte de la historia del futbol, reflejando la cultura del país anfitrión, los avances de la época y la manera en que el deporte más popular del mundo se reinventa en cada edición de la Copa del Mundo.

Soy Max Carranza y me he pasado la vida rodeado de memes, cultura digital y bastantes horas frente a las pantallas. En el camino me encontré la pasión por abordar los temas sociales más urgentes e intentar...

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