Antoine Griezmann pasó de villano a héroe en la misma noche en Londres, donde Arsenal no pudo aprovechar su superioridad numérica por la expulsión de Vrsalijko a los nueve minutos del juego por doble amarilla.

Arsenal se cansó de dominar y fallar ante el arco de Obak, pero encontró premio a la hora de juego gracias a un error de Griezmann, quien quiso salir jugando en su propio campo con un túnel, perdió la bola y provocó el centro con el que Lacazete puso en ventaja a los Gunners.

Pero a ocho del final, el mismo Griezmann se encargó de lavar su error en una contra en la que Ospina tapó el disparo inicial del francés, pero el atacante tomó el rebote y empató el juego con gol de visitante.

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Sergio Ramírez es periodista egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con más de 10 años de experiencia en medios de comunicación. Ha trabajado en Diario Estadio, La Razón de...

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