Estamos a nada de ver el inicio del camino más complicado rumbo a Rusia 2018 para la Selección Mexicana. Empieza el Hexagonal Final y lo hace con una prueba que pinta complicadísima: una vista a Columbus.

Para el Tri hay una maldición cuando visita la capital de Ohio, pues parece que tiene algo que de plano los deja helados y siempre pierden. Jurgen Klinsmann, entrenador de la Selección de Estados Unidos dijo que ahí es ‘su Estadio Azteca’ y tiene razón. Además, acá algo curioso es que el marcador en los últimos años siempre es el mismo y no deja de ser una pesadilla: 2-0.

Todo comenzó en 2001, el partido clasificatorio se lo llevaron de California a Ohio. Ahí hay menos mexicanos y por lo tanto se hace sentir la localía. En el New York Times se cuenta la historia del autor de este movimiento: Jim Smith. Este señor fue el listo que pasó a fregar a México y darle gran ventaja a su selección.

También hay que agregarle el clima que se volvió factor, pues los aztecas no salieron a calentar por el frío que hacía. Sí, el marcador terminó 2-0 a favor de los estadounidenses  con goles de Josh Wolff  y Earnie Stewart, ahí inició la maldición.

Selección de Estados Unidos en 2001

Y por si fuera poco, en ese Mundial de Corea-Japón también las Barras y las Estrellas ganaron 2-0 en los Octavos de Final eliminando a México.

 

Pero bueno, venía otro proceso de eliminatoria y la cosa pintaba muy bien. La Selección azteca solo perdió dos partidos, pero uno de ellos fue de nuevo en Columbus y otra vez por ese maldito marcador.

Ya en camino a Sudáfrica 2010 todos pensábamos que era coincidencia el lugar y el marcador. Sin embargo, Estados Unidos lo volvió a hacer con doblete de Michael Bradley. Sí, los estadounidenses encontraron la fórmula y era jugar en Columbus.

Selección de Estados Unidos en 2010

Llegamos al 2013, buscando ir a Brasil 2014 pasó de nuevo. Acá también había que agregarle que al Tri se lo estaba cargando el payaso y estuvo a nada de no clasificar al Mundial (gracias Graham Zusi). Necesitaban al menos un empate y pus’ no salió así. Eddie Johnson y Landon Donovan fueron los verdugos y hasta Clint Dempsey se dio el lujo de fallar un penal para seguir con la cábala del 2-0.

Ahora, viene un nuevo capítulo en esta historia. La presión para Juan Carlos Osorio está con todo y si no salen las cosas quién sabe qué pasará con su futuro.

***Fotos Mexsport

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