Fuera del futbol, la vida de Nadia Nadim no ha sido sencilla. Hoy es profesional, seleccionada de Dinamarca y lucha por la igualdad de género en todo el mundo. Esto sería imposible en su natal Afganistán, país que atraviesa una situación extremadamente complicada desde hace muchos años.
La atacante del Racing Louisville pasó poco tiempo en Afganistán, pero aun así tiene vivos recuerdos de las dos caras de la moneda. En un principio conoció la tranquilidad y estuvo cerca de lo que nosotros conocemos como la normalidad. Sin embargo, poco después se encontró con el miedo y la incertidumbre.
“Antes del Talibán teníamos una gran vida, un ambiente seguro. Mis padres nos dieron la mejor vida posible. Después fue una vida llena de miedo y solo intentábamos sobrevivir“, contó en entrevista con CNN. Y lo peor de la historia es que no solo se trató de temor, sino de la muerte de su padre.
Después de que eso sucediera -a manos de los talibanes, claro- la madre de la futbolista decidió escapar del país junto a Nadia y otras 4 hijas. Por ello, cuando este régimen recuperó el control de Afganistán, la historia de Nadia Nadim tomó fuerza en todo el mundo.
“Mi mamá vendió todo lo que tenía. Encontró un contrabandista de humanos, que nos llevó a Pakistán. De ahí, con pasaportes falsos, nos transportaron primero a Italia y luego a Dinamarca. Siempre digo que fue obra del destino, pues el campo de refugiados en el que estábamos, quedaba justo a un lado de un club de futbol y sus campos“, agregó la delantera.
En pocas palabras y desde su propio punto de vista, Nadia Nadim es el reflejo de lo que el régimen Talibán prohíbe e incluso repudia.
Nadia Nadim, la imagen que los talibanes repudian
Consciente de la situación actual y del riesgo que incluso podría tener por ser deportista y apoyar la equidad, Nadia Nadim asegura que su persona es todo lo que los talibanes no quieren en su cultura. Además mantiene una relación cercana con las jugadoras de la Selección de Afganistán, que salieron del país hace poco.
“Soy la imagen de todo lo que el Talibán no quiere que sus mujeres sean. Uso mi discurso y mi voz. Quiero igualdad, que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres. Al principio sentí la situación como un déjà vu.
“Conozco al equipo nacional femenil y la mayoría salió del país. Estoy contenta porque si los talibanes las hubieran encontrado haciendo lo que prohíben, su vida estaría en peligro. Es molesto ver cómo ganan más poder y que dirigen el país“, sentenció la futbolista.
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