Luego de varios días de incertidumbre y miedo, las futbolistas de la Selección Femenil de Afganistán pudieron salir de su país. Más de 75 personas fueron evacuadas por el gobierno australiano; el vuelo incluyó a las futbolistas e incluso a algunos de sus familiares.
La Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro) dio a conocer la situación a través de un comunicado. Además, reconoció el trabajo de ex atletas, entrenadoras y activistas como Khalida Popal, Kelly Lindsey, Nikki Dryden, Alison Battisson, Haley Carter y Craig Foster.
Popal formó parte de la generación que abrió las puertas a la Selección Femenil de Afganistán y consecuencia de ello, fue perseguida y amenazada de muerte. Desde Dinamarca, su hogar, la ex jugadora sigue la lucha por los derechos de la mujer en el deporte y busco una alternativa para sus colegas.
“Los últimos días han sido extremadamente estresantes, pero hoy hemos logrado una importante victoria. Las futbolistas han sido valientes y fuertes en un momento de crisis y esperamos que tengan una vida mejor fuera de Afganistán. Aun queda mucho trabajo por hacer. El futbol femenil es una familia y debemos asegurarnos de que todos estén a salvo“, expresó la activista.
El camino todavía es largo y hay muchos pasos que dar antes de encontrar seguridad para todos. Por ello, los abogados y directivos de la FIFPro mantienen contacto con países como Australia, Estados Unidos y Gran Bretaña para encontrar un nuevo comienzo.
Sleepless nights, being on the call all the time answering questions. Handling media, motiving players to keep fighting & not give up even there were gunfires, they were beaten. Was tough. The 75 players and some family members are out of Afghanistan. Teamwork. Work continues. pic.twitter.com/wv5WUF10Wd
— Khalida Popal (@khalida_popal) August 24, 2021
El impacto de la situación en el deporte femenil
Miles de personas llevan semanas intentando salir de Afganistán y no es que la Selección Femenil goce de privilegios, simplemente se trata de una victoria para quienes buscan su bienestar y para ellas mismas. La población amenazada por los talibanes ha perdido la vida en el intento de subir a un avión, incluyendo a algunos atletas.
Sin embargo, la situación va más allá. El riesgo que implica ser mujer en esta región es todavía más grande. La misma Popal se dijo devastada por lo ocurrido y tener, hasta cierto punto, las manos atadas. Otras atletas luchan por su vida y ya no se trata de volver a entrenar, sino de seguir vivas.
¿Por qué la situación en Afganistán afecta directamente al deporte femenil?