Por Miguel Ángel Delucio | @miguel_delucio

“Soy el nuevo Julio César Chávez“, sentenció en conferencia de prensa, pero no, ni cerca de serlo. Julio César Chávez Jr. recibió una paliza de parte de Saúl Canelo Álvarez. En 12 rounds el pugilista de Guadalajara exhibió al Hijo de la Leyenda y así, confirmó lo que ya se sospechaba desde hace mucho: Chávez Jr. es solo su apellido.

Las Vegas, Nevada, fueron testigo de una nueva decepción del boxeador de Culiacán. Julio dio cátedra, pero de cómo recibir golpes por 36 minutos consecutivos sin poder meter las manos. Nadie pudo descifrar su estrategia, porque parece que no había tal. Como se vio el combate, se subió a cobrar, nada más.

Algunos expertos pensaban que podía ganar. Claro, estaba casi en su peso natural, es más alto y más fuerte que Álvarez. El problema es la poca mentalidad que tiene, todo lo contrario a su padre. Lo golpeaban, lo golpeaban, no lo dejaban de golpear y su reacción fue nula.

Canelo Alvarez v Julio Cesar Chavez Jr.
Foto: Getty Images

El dominio que sufrió fue tan evidente que no logró ganar un solo asalto. Se veía desconcentrado, sin opciones, como un sparring que se subió al ring a ser el juguete de un profesional. Con esto, las dudas de su carrera en el boxeo se disiparon. No dio nada, no aportó nada, simplemente siguió un camino que su papá trazó y jamás cumplió con las expectativas.

Sí, es un poco duro ser hijo de alguien tan grande como Julio César Chávez. Empero, teniendo esa guía, parece ilógico no lograr los objetivos. Llegó un momento en la pelea que tanto Ignacio Beristáin y Julio padre dejaron de gritar, dejaron de dar instrucciones. Así de mal estaba la situación, así de mala ha sido la carrera del boxeador de Sinaloa.

Haciendo una recapitulación, el único buen combate que ha entregado Julio hijo fue contra Sergio Maravilla Martínez. Fue contra el argentino donde sacó, además del talento que tiene muy escondido, un corazón enorme. Perdió, pero lo hizo con justicia y corazón, aunque esto fue solo un chispazo, un accidente al parecer.

Canelo vs Chávez Jr.
Foto: Mexsport

¿Y por qué se esperaba tanto de él?

La respuesta es muy sencilla. Su nombre y los destellos que alguna vez mostró, ilusionaban a los nostálgicos. Para los románticos del deporte siempre será bueno ver al hijo de una leyenda. Ha pasado en infinidad de ocasiones y seguirá sucediendo. Veremos cuando crezcan los hijos de Lionel Messi, de Cristiano Ronaldo, de Michael Phelps y demás atletas legendarios.

Por supuesto, la vara siempre fue inalcanzable. Julio César Chávez sin lugar a dudas está entre los mejores cinco boxeadores en la historia. Llegar hasta donde llegó el padre era imposible, pero como ha sido su trayecto, parece que ni lo intentó.

Con 31 años, el retiro es una opción muy viable. A Julio César Chávez Jr. no le queda nada que demostrar, porque jamás lo hizo y el tiempo se terminó.

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