Antoine Griezmann, delantero del Atlético de Madrid y la selección francesa, mostró que el futbol puede ser un motivo de solidaridad entre los franceses. Tras el partido contra Irlanda, el ariete colchonero le entregó un balón del torneo firmado por los jugadores del equipo nacional a un niño cuyo padre falleció al ser acuchillado.
Jean-Baptiste Salvint era un policía galo de 42 años y junto a su pareja, Jessica Schneider, fueron asesinados en su hogar en Magnanville, a las afueras de París. El atacante de nombre Larossi Abballa entró terminó con la vida de Salvint en la entrada de su casa y posteriormente entró para acuchillar a Jessica. Su hijo Hugo presenció el asesinato de la mujer a manos del agresor.
Larossi Abballa es un terrorista del Estado Islámico que ya fue abatido por la policía francesa. El asesino de 25 años juró lealtad al jefe de ISIS, Abu Bakr al Bagdadi, a finales de mayo. Cuando le cuestionaron acerca de sus actos, Abballa respondió que cumplió con las palabras de Bagdadi al “matar a los infieles en sus casas con sus familias”.
Tras las acciones lamentables que sufrió el hijo del policía, la selección de Francia decidió regalarle el esférico con las firmas de los 23 jugadores del equipo. Antoine Griezmann, quien anotó los dos goles que le dieron la victoria al conjunto nacional sobre Irlanda, fue el elegido para dárselo y tomarse una foto con Hugo, quien se mostró feliz al recibir el presente.
L'@equipedefrance solidaire de nos policiers@AntoGriezmann remet le ballon du match #FRAIRL au fils de JB Salvainghttps://t.co/CWWXjOUDXG
— Police Nationale (@PoliceNationale) 29 de junio de 2016
***Foto: Getty Images
