El futbol alemán está lleno de talento y siempre hay jóvenes que comienzan a destacar desde pequeños para convertirse en promesas. Pero claro, no siempre se llegan a las expectativas que los medios y el talento dan, aunque hay casos que caen muy fuerte.
Marko Marin era de esos futbolistas que desde que estaba en las divisiones inferiores del Frankfurt se le veía futuro. Tenía velocidad y jugaba de gran forma en la banda izquierda a pesar de ser diestro, utilizando el cambio de perfil para sacar grandes disparos a portería.
De las básicas del Frankfurt pasó a las del Borussia Monchengladbach y de ahí despegó su carrera. En 2009 pasó al Werder Bremen por nueve millones de euros. Ahí tuvo grandes actuaciones que lo llevaron a ser considerado hasta en la selección de su país.
Estos llamados atrajeron la atención de un equipo poderoso: el Chelsea. Los Blues desembolsaron 13 millones de euros para hacerse de los servicios de Marin, pero ahí comenzó la debacle. Muy poca actividad con los londinenses le bastó para salir a préstamo el Sevilla, Fiorentina y Anderlecht de 2013 a principios del 2015.
Después que José Mourinho no le viera futuro en su equipo y su nivel de juego se viera disminuido cada vez más, se prestó al Trabzonspor por 2.5 millones de euros el 25 de agosto de este año, cada vez a equipos más pequeños.
Apenas había jugado ocho partidos con un gol cuando Marko protagonizó un incidente con Aykut Demir, compañero de equipo, en un entrenamiento. La baja de desempeño y este reciente problema le valió al alemán ser separado del conjunto turco.
En estos momentos, Marin está desempleado y a la espera de lo que hará el Chelsea con él. Está más que claro que en Londres no lo quieren y que su futuro es incierto, un futuro que llegó a ser muy prometedor pero simplemente se esfumó.